Yojimbo

Toshirō Mifune, el samurái más famoso del cine

Mar, 10/27/2020

Toshirō Mifune, de quien se conmemora el centenario de su natalicio este año, devino una figura mítica por sus personificaciones de samuráis, las cuales terminaron por sustituir en las carteleras de las salas oscuras cubanas en los años 60 y 70 al arquetípico cowboy de las películas norteamericanas del Oeste.

Mifune encarnó hombres que se valen de su fuerza y destreza para luchar por causas justas. Quizá por ello ―y por lo que representa― continúa siendo un “actor para todos los tiempos”.

De las actuaciones del mítico nipón podrá disfrutar el público durante la última semana de octubre, siempre a las 5:00 p.m., en el capitalino cine 23 y 12, como parte de un ciclo homenaje que ha programado la Cinemateca de Cuba que se extenderá hasta noviembre.

Este miércoles 28 se exhibirá El bravo (Yojimbo, 1961), de Kurosawa, película cuya trama transcurre en un pueblo cercano a Edo, a mediados del siglo xix, donde dos facciones rivales se disputan el lugar cuando llega un samurái errante, Sanjuro Kuwabatake, quien se sumará a ambos bandos alternativamente. El bravo se inspiró en la novela negra Cosecha roja, de Dashiell Hammett, y es de las más populares obras protagonizadas por Mifune.

Asimismo, el jueves 29 los espectadores amantes de los clásicos de acción podrán ver Ánimas Trujano, cinta dirigida por Ismael Rodríguez en 1961 que narra la historia de un arisco, borracho e irresponsable indígena de un pequeño pueblo de Oaxaca, México.

No obstante, el más grande deseo de Trujano es ser escogido mayordomo de su pueblo, un título anual de gran honor entregado al más rico y respetado ciudadano, quién será el encargado de poner todo el dinero para una fiesta anual de la Virgen a la que todos están invitados. El hombre importante, como también se le conoce a este filme, fue nominado al Óscar y al Globo de Oro como mejor película de habla no inglesa tras su premier.

Además, este viernes 30 se proyectará en calidad de estreno en nuestro país 47 ronin (1962), de Hiroshi Inagaki, la cual se desarrolla en el Japón feudal del siglo xviii, donde un joven noble intentará combatir la corrupción oficial que se abate sobre los Shogun.

Pero Asano ha decidido combatir a Kira, un viejo señor que ha logrado su posición mediante actos injustos y corruptos. Por ello, se niega a pagar los tributos que Kira le reclama. Y al conocer la decisión, Kira pone en marcha un plan para humillarle, que empuja a Asano al harakiri por honor. Los samuráis que sirvieron a Asano, ahora marginados ronin, prepararán la venganza de su antiguo señor.

Por último, para el próximo viernes 31, el público podrá disfrutar de Cielo e infierno (1963). Esta obra cuenta cómo, por error, un grupo de secuestradores se apodera del hijo del chofer de un poderoso hombre de negocios, quien vacila entre pagar el rescate y salvar la vida del chico, o preocuparse por sus negocios y dejarlo morir.

Tengoku to jigoku ―su título en japonés― fue adaptada a partir de una novela policíaca del escritor estadounidense Ed McBain. Dicha película de intriga y suspenso muestra, a su vez, apuntes críticos sobre la violencia social en el suelo nipón de la década de 1960 y confirma, otra vez, la habilidad de Kurosawa para resolver las secuencias de acción.

Todas estas cintas en blanco y negro se exhibirán luego de los Noticiero ICAIC Latinoamericano no. 463, 464 y 465, del gran documentalista Santiago Álvarez.