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Teatro y cine: desniveles y confluencias
De cierta manera vuelve con una nueva tanda fílmica a propósito de la programación televisiva estival y, para la emisión de este jueves 19 de agosto, reservó el documental A 90 millas, realizado en 1962 para el ICAIC por el cineasta argentino Carlos Fernández, el cual es una crónica del Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas Cubanos celebrado del 18 al 22 de agosto de 1961 y la creación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), como resultado de uno de sus diversos acuerdos. A este le seguirá otro documental, Mamanee, dedicado por Orlando Rojas a una cantante sudafricana exiliada por 1981.
Y como cierre, dentro de la obra del teatro cubano en el cine ―abordada en la sección “Panorámica”―, se estrenará en televisión el largometraje Ya no es antes, realizado por el cineasta Lester Hamlet y protagonizado por esa dupla siempre efectiva de Isabel Santos y Luis Alberto García. El filme se basa en la importante pieza teatral Weekend en Bahía, que en un momento valoró filmar Tomás Gutiérrez Alea sobre un guion coescrito junto con Juan Carlos Tabío.
Asimismo, este lugar para el cine cubano de todos los tiempos celebrará los 60 años de la UNEAC recorriendo, a partir de esta transmisión, el reflejo de varias manifestaciones artísticas por nuestra cinematografía como, por ejemplo, el teatro.
De cierta manera se desplazará con su imaginaria cámara en torno a varios títulos dentro de la temática del teatro en el nuevo cine cubano producido a partir de 1959, tales como Aire frío, Fuenteovejuna, Cuentos del Alhambra, El Charentón del Buendía, No hay sábado sin sol, Como la vida misma, De tal Pedro, tal astilla, ¡Patakín! (quiere decir ¡Fábula!) y La inútil muerte de mi socio Manolo.
Y es que lo teatral y lo cinematográfico, en Cuba, describen curvas con evidentes desniveles y escasas o excepcionales confluencias en las últimas décadas.
También, en la “Banda sonora” del programa escrito y comentado por Luciano Castillo saldrá a relucir el nombre del desaparecido cineasta Constante Diego, quien es una constante recurrencia al abordar el tema de la música en nuestro séptimo arte.
Así, abordará uno de sus documentales en el que exploró la vida de un compositor: Con sabor a caña, tabaco y ron, realizado en 1981 —con mucha complicidad—y con la cámara operada por dos fotógrafos tan notables como Mario García Joya y Pablo Martínez.
En el mismo, “Rapi” Diego (como se le conoce en el gremio) recrea anécdotas de la vida de Antonio Fernández, o el popular Ñico Saquito, compositor, guitarrista y cantante de música popular cubana que interpreta algunas de sus canciones más conocidas.
Saquito es calificado como el máximo exponente de la guaracha, género musical poseedor de una línea de sabrosura y la incorporación de situaciones risibles con picardía.