Siempre llega la expiación

En las películas de héroes y heroínas frustrados en el presente por culpas del pasado siempre llega la expiación. En Aquellos que desean mi muerte (Taylor Sheridan, 2021), filme estrenado en la pasada emisión de La película del sábado, no tarda en aparecer. 

Angelina Jolie regresa a la escena como una bombera degradada a vigilante en los bosques de Montana. Su salvación aparece en un niño que huye de los asesinos de su padre. Salvarlo de la muerte representa una nueva oportunidad.

Esta es una cinta de supervivencia, en la que hasta aquellos que se consideran superiores a otros deben reconocer sus debilidades. No es solo el enfrentamiento entre buenos y malos, sino también de todos contra la naturaleza, aquella que no da segundas oportunidades y a la que es casi imposible imponerse.

Más allá del fuego, ese conflicto secundario que influye en el desarrollo de la trama, y la imponente geografía del espacio en el que acontecen los hechos, el largo apuesta por un ritmo propio, preciso, que se acelera en los finales por necesidad.

Y es que en Aquellos que desean mi muerte importa la construcción de sus personajes, sus conflictos y posterior solución a los mismos. Aunque no todo queda dicho en pantalla, el más allá puede avizorarse desde una perspectiva positiva.

Sin dudas, como thriller funciona, tiene una narrativa convincente y actuaciones bien logradas. Tal vez no sea la más atrayente de las propuestas exhibidas este año, pero dentro del género está bien concebida.