NOTICIA
Por pasión
El título original de la más reciente película del español Jaume Balagueró (Los sin nombre, Oscuridad, Frágiles, Para entrar a vivir…) es The vault (2021), aunque en inglés se ha dado a conocer más por Way down. Según la distribución hispanoamericana, no le quedó un mejor nombre que Inexpugnable, un título que, como el primero, revela, cual condición juzgada, el centro del conflicto de este thriller que entra en el tema de las películas de robos de bancos. Sin embargo, para no quedarse en una sumatoria de pericias y en la exterioridad de personajes se contaron, a lo telenovelesco o seriado, con cinco guionistas: Rowan Athale, Michel Gaztambide, Andrés Koppel, Rafa Martínez y Borja González Santaolalla, con lo cual, es sabido, no se saca siempre carta de triunfo.
Ese barco hundido del siglo XVII que se aprecia en los inicios del relato y la carga valiosa encontrada sumergen al espectador en un misterio que casi no se revela porque, a fin de cuentas, el cofre o la caja irán a parar a una bóveda de un banco. Los restos de la embarcación se hallaron en aguas españolas. El contenido de la caja es lo que en primera instancia importa, mas es el llegar a ella lo que motiva, en honor a la verdad, la reunión de los antihéroes de Inexpugnable.
La película, un poco a lo Ocean's Eleven (Steven Soderbergh, 2001) y con algo también de la saga La leyenda del tesoro perdido (Jon Turteltaub, 2004) y El código Da Vinci (Ron Howard, 2006), pero sin los superpuestos crucigramas de estos dos últimas, se quiere afianzar —como en otras— en la obra de un yo múltiple que capte la atención a partir de personalidades bien particularizadas. De ahí que más allá de convencer al joven genio Thom (Freddie Highmore), la narración no puede prescindir del momento en que es necesario presentar al resto del equipo: un mago de la informática, la sospechosa mano derecha del jefe que dirigirá al salvamento, el que puede obtener todo tipo de cosas, una experta en artes y Thom, a quien se nos presenta como una de las mentes más brillantes del mundo. Con el carisma y la maña de cada uno de los integrantes se busca atraer para persuadir a la variedad de espectadores.
En consecuencia, ello justificará una realización en la que uno querrá que se hable poco o lo que se diga sea lo imprescindible, pues, más que subordinarse al género, cuanto importa es entretener sin la revelación total. Eso sí, se impone apreciar las habilidades (desenvoltura en idiomas, capacidad de mando, iniciativas u ocurrencias por el ingenio, experiencias físicas, simulación, espionaje…) según cada personaje se enfrente a un enemigo de rango, uno de ellos interpretado por el no menos sobresaliente José Coronado.
Además de los mencionados, destacan Àstrid Bergès-Frisbey, Liam Cunningham, Luis Tosar, Framke Janssen y Sam Riley. A propósito del personaje de Riley, la cámara se detiene tanto en su mirada suspicaz hacia el chico protagonista que no sorprende lo que sobrevendrá.
Con su toque de amor a empujones, Inexpugnable es divertida y coherente como no ha podido serlo, por ejemplo, la aparatosa Godzilla vs. Kong (2021). Ya de esta comentaré en su momento de estreno por la televisión.