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“Le entregué toda mi vida al cine”
La Distinción Por la Cultura Nacional llegó a manos de Alina Rey inesperadamente, según sus palabras, han sido muchos años de vida dedicados al cine, un universo mágico y cautivador.
Alina nació en La Habana el 20 de marzo de 1952, es graduada de licenciatura en Historia del Arte por la Universidad de La Habana y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
¿Qué marca su acercamiento al séptimo arte?
Mi suegro, Raúl García, y mi esposo, de igual nombre, fueron fundadores de la Cinemateca de Cuba. Yo comenzaría en el ICAIC como analista, después, como asistente de dirección y por último, como directora asistente.
¿Cuáles han sido sus funciones principales?
Comencé a trabajar en el ICAIC en 1975. Colaboré en diferentes documentales y filmes de ficción. El primer largometraje fue Cecilia, de Humberto Solás, y también realicé documentales junto a Octavio Cortázar, Bernabé Hernández y Oscar Valdés, entre otros importantes realizadores.
En la Cinemateca desarrollé un trabajo muy fuerte porque tenía que ver con la programación de casi todos los cines del país. En 1989 culminé estas labores y comencé como programadora ―por muchos años― de la Vicepresidencia de Programación del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Desde ese año trabajé como especialista en programación cinematográfica, del grupo de selección y clasificación de filmes, hasta que me jubilé.
¿Otras labores realizadas?
He participado en festivales cinematográficos a nivel internacional, como el de Berlín (Alemania), el de Acapulco (México) y el de Isla Margarita (Venezuela).
Asimismo, filmé películas con cineastas extranjeros, fui compradora de filmes y estuve, por siete años, en el Mercado de Cine Latinoamericano Ventana Sur desde Buenos Aires, Argentina.