Al margen de la ley

El policíaco y grandes dosis de acción se unen en Los detectives (Nick Love), cinta inglesa del 2012 ―exhibida recientemente en La película del sábado― con una línea argumental bien desarrollada y de la que podemos disfrutar de su estilo mesurado, aunque no por ello menos atractivo.

Un equipo de élite encargado de resolver de manera poco convencional diversos crímenes es el foco de investigaciones internas que amenazan con su disolución. 

Pero la verdadera esencia de este filme radica en las problemáticas a las que se enfrentan dos detectives (Ray Winstone y Plan B) en la búsqueda de un sospechoso  que ha tramado inteligentemente su estrategia de robo.

A partir de esa premisa Love logra equilibrar ambos géneros dominantes dentro de la película. El ritmo frenético, justificado por el uso de la violencia extrema, las persecuciones y los disparos encuentran su contrapartida en momentos de análisis y perspicacias que llegan a dilucidarse tras las investigaciones. 

La búsqueda de esa coherencia narrativa igual promueve estados situacionales en los protagonistas, en concordancia con la circunstancia por la que atraviesan dentro de la trama de la película. 

La otra cara del trabajo policial con sus consecuencias, al estar al margen de lo estipulado, se evidencia también en el largo. Pero a pesar de ello, el aire de grandeza aflora ante la impunidad y la reafirmación de que la justicia se encuentra, en ocasiones, al margen de la ley.