La bahía del silencio

Lo que sucedió cerca del mar

Mar, 06/22/2021

La bahía del silencio (2020) es un thriller comercial que aborda el complejo asunto del abuso sexual y los traumas que deja en quienes lo sufren e, incluso, en su entorno más cercano. Dicha película, dirigida por Paula van der Oest y estrenada el pasado jueves 17 de junio en el telecine Amores difíciles, va de la calidez a la frialdad y del presente al pasado relatando grandes tragedias, lesiones y peligros.

En el filme en cuestión un hombre descubre sorprendentes verdades sobre su esposa, una bella y aparentemente sana fotógrafa que, estando embarazada, cae desde un balcón. Su bebé sobrevive. Pero ella, sus gemelas —fruto de una relación anterior— y el nuevo hijo de ambos desaparecen. Entonces, todo se transforma y él hace hasta lo imposible por recuperar a su familia.

Así, el protagonista (Brian Cox) recorre varios sitios de Europa (Italia, Reino Unido y Normandía, en Francia) y nos muestra locaciones que añaden atmósferas completadas por el uso de la música, un ritmo narrativo intenso y muchas escenas cortas.

Su directora, la conocida holandesa Paula van der Oest, quien ha recibido numerosos premios y nominaciones incluidas dos al Óscar por trabajos anteriores, realiza una acertada labor en La bahía del silencio al seleccionar el elenco que la acompaña en este filme. Y es que los actores y actrices son un placer de ver y mantienen las cosas en orden, inclusive cuando la trama se descontrola.

Me refiero a Brian Cox, decidido y atormentado, y a Olga Kurylenko, conmovedora y psicótica, los dos muy convincentes en sus respectivos roles. Asimismo, Claes Bang, Kurylenko y Cox hacen que este misterio entrelazado con traumas sea interesante y entretenido.

Con guion de Caroline Goodall, quien se inspiró en una novela homónima de Lisa Saint Aubin de Teran, en este largometraje se puede apreciar la mirada femenina de sus creadoras, quienes lograron un thriller de palomitas de maíz, aunque desigual.

No obstante, todo intento por visibilizar delitos, como los abusos sexuales, y a sus víctimas son y serán bienvenidos.