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El cine cubano en un año de rupturas y definiciones: 1961 (Parte I)
Tiempo de fundación, llamó Alfredo Guevara a aquellos albores de los sesenta, cuando se estrenaba como director del naciente Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. 1961 no solo fue el Año de la Educación en que se emprendió la cruzada contra el analfabetismo, sino un “año de rupturas y definiciones”, —como lo define el investigador Iván Giroud1— que rodearon la celebración de los tres encuentros de Fidel con los escritores y artistas, que culminarían con las históricas “Palabras de los intelectuales”, seis décadas atrás, el viernes 30 de junio. Recorremos el nuevo cine cubano en el contexto cultural circundante.
En ese segundo año de funcionamiento el ICAIC multiplica su ritmo productivo con la adquisición de equipos y la creación de nuevos departamentos. Un conjunto de salas a lo largo de la Isla presenta a partir de los días iniciales de enero el primer largometraje de ficción por el ICAIC: Historias de la Revolución, de Tomás Gutiérrez Alea. Su estreno mundial se realizó el viernes 30 de diciembre de 1960 en los cines capitalinos Arte y Cinema La Rampa y Payret. Paralelamente, es programado en la sala Aída de Pinar del Río, el teatro Sauto de Matanzas, los cines cienfuegueros Prado y Luisa, Casablanca, de Camagüey, Infante, de Holguín y el cine Cuba de Santiago de Cuba.
A través de tres relatos: “El herido”, “Rebeldes” y “La batalla de Santa Clara”, la película recorre acciones de la insurrección contra la dictadura de Batista en las ciudades y en la Sierra Maestra. El filme contó con fotografía a cargo del experimentado Otello Martelli —colaborador de Rossellini en Paisà, uno de los clásicos del neorrealismo italiano—, y del mexicano Sergio Véjar, quien para esta fecha había trabajado con Buñuel. Su reparto reunió actores profesionales como Eduardo Moure, Lilliam Llerena, Miriam Gómez y Reynaldo Miravalles, junto a otros desconocidos, entre estos, Francisco Lago, Blas Mora y Bertina Acevedo. Con el propósito de promoverlo, el diseñador valenciano Eduardo Muñoz Bachs concibe el primer cartel de la nueva cinematografía.
Lunes de Revolución, espacio televisivo conducido por el crítico y fotógrafo catalán Néstor Almendros —residente en Cuba en esta etapa con una filmografía en el ICAIC de siete documentales—, presenta el lunes 13 de febrero de 1961 en el estudio a Tomás Gutiérrez Alea y Guillermo Cabrera Infante. Desde principios de año, el programa insiste en proponer el free cinema como modelo para desarrollar la nueva cinematografía nacional y ese día exhibe varios documentales en este estilo, como 58-59, filmado en Nueva York por el propio Almendros, el estreno de Habla un campesino, producido por el propio canal y realizado por Antonio Rodríguez (Tucho), Onelio Jorge Cardoso y José Tabío, así como Asamblea General, de Gutiérrez Alea.
Apenas lleva una semana en las salas capitalinas Arte y Cinema La Rampa, América, Los Ángeles y Ambassador el estreno de Cuba baila, de Julio García Espinosa, cuando el sábado 15 de abril aviones mercenarios bombardean los aeropuertos de Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños y Ciudad Libertad en La Habana. A la edición 46 del Noticiero ICAIC Latinoamericano, que reseñó la premier de este segundo largometraje estrenado por el ICAIC, retrato de la pequeña burguesía urbana con sus aspiraciones, le sigue una edición extra sobre las agresiones terroristas emprendidas por grupos de exiliados entrenados y con financiamiento de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos.
El 17 de abril de 1961, el realizador Tomás Gutiérrez Alea y los camarógrafos del Noticiero ICAIC Julio Simoneau y Pablo Martínez junto a Mario Ferrer, del Canal TV Revolución, se trasladan a la zona de Playa Girón para filmar los sucesos relacionados con la invasión mercenaria. El material procesado en el Noticiero ICAIC Latinoamericano para su edición número 47, correspondiente al 30 de abril, se convierte en el documental independiente ¡Muerte al invasor!, realizado por Gutiérrez Alea. En los créditos figura Santiago Álvarez como codirector por tratarse de un reportaje especial del Noticiero. Por primera vez cineastas cubanos filmaron como corresponsales de guerra.
Las semanas de cine y la presencia de directores e intérpretes van a jugar un papel clave en la divulgación y aceptación de obras desconocidas por el público de la mayor de las Antillas. Esta es una de las acciones acometidas por el ICAIC ante la carencia de estrenos norteamericanos para mantener abiertas las numerosas salas de cine, provocada por la ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos y la nacionalización de las distribuidoras de ese país. El Noticiero ICAIC reseña la inauguración el 8 de mayo en la sala Arte y Cinema La Rampa de la primera semana de cine checoslovaco, presentada por una delegación que viajó expresamente para ello.
De acuerdo con la resolución número 2868 dictada por el Departamento de Recuperación de Bienes del Ministerio de Hacienda, el ICAIC procede el jueves 11 de mayo, previa investigación y antecedentes, a intervenir las entidades cinematográficas siguientes: Películas Fox de Cuba, S. A.; Artistas Unidos S. A.; Compañía Sur de Películas; Compañía de Películas Hermanos Warner; Primera Nacional, S. A. y Películas Nueva Universal de Cuba, S. A. Esta medida, unida a la nacionalización de las salas cinematográficas de los principales circuitos, fue de las más importantes tomadas por el ICAIC en 1961. La novel institución asumió también el control de la marca de películas de todas las distribuidoras, lo cual permitió la exhibición de obras “de valor artístico que propendan a favorecer la educación y la cultura de nuestro pueblo”, según nota informativa difundida por la institución.
El programa Lunes en Televisión exhibe el 22 de mayo el cortometraje documental P.M. con la presencia de sus realizadores, Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal, que fueron entrevistados por el crítico y cineasta Néstor Almendros. Con la proyección en el canal CMBF TV-Revolución, que lo produjo, se incrementan las tensiones con el ICAIC. La dirección del organismo, en reunión efectuada en Casa de las Américas el 31 de mayo, da a conocer oficialmente un comunicado dirigido a la Asociación de Escritores y Artistas sobre la prohibición de exhibir la película P.M. “por considerarla en este Año de la Educación, nociva a los intereses del pueblo y su revolución”. A partir de esta fecha se desencadenan reuniones y discusiones en torno al documental. El Consejo Nacional de Cultura conjuntamente con la Asociación de Escritores y Artistas convocan a una reunión en la Biblioteca Nacional José Martí para el viernes 16 de junio, que se prolonga a otros dos: el 23 y el 30.
Mientras se halla en la fase final organizativa el Comité Gestor del Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas Cubanos, presidido por Nicolás Guillén y con Alejo Carpentier y Roberto Fernández Retamar como vicepresidentes, el periódico Hoy publica el jueves 8 de junio el “Manifiesto de los Intelectuales y Artistas Cubanos”. Revolución, órgano del Movimiento 26 de Julio, dirigido por Carlos Franqui, difundió su texto el sábado 19 de noviembre de 1960 en su primera plana y en páginas interiores. El documento traza como objetivo “definir criterios y fijar posiciones en torno a las cuales pueda realizarse la unidad y coordinación de nuestros esfuerzos”. El octavo punto de la declaración expresa: “Del destino de la Revolución depende el destino de la cultura cubana. Defender la Revolución es defender la cultura”. El manifiesto es suscrito por un elevado número de escritores, músicos, bailarines y artistas en general. Un total de veinticinco trabajadores del ICAIC lo firmó: Néstor Almendros, Olga Andreu, Jesús de Armas, Santiago Álvarez, Fausto Canel, Selma Díaz, Roberto Fandiño, Jorge Fraga, Julio García Espinosa, Tomás Gutiérrez Alea, Alfredo Guevara, Héctor García Mesa, Luis García Mesa, Manuel Octavio Gómez, Amaro Gómez, Araceli Herrero, Eduardo Manet, José Massip, Eduardo Muñoz Bachs, Raúl Taladrid, Aurora Velazco, Juan Vilar, Fernando Villaverde, Dulce María Villalón y Saúl Yelín.
Referencia bibliográfica:
1 Giroud, I. (2021). La historia en un sobre amarillo (El cine en Cuba 1948-1964), La Habana: Ediciones ICAIC-Nuevo Cine Latinoamericano.