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“Cada personaje te desvela, te quita el hambre” (Parte II)
Corría el año 2018 y el público cubano esperaba la presentación especial de la película Yuli, dirigida por la cineasta española Icíar Bollaín, en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. La actriz Yerlín Pérez interpretó en el filme a la madre del célebre bailarín cubano Carlos Acosta, una actuación conmovedora debido a su capacidad para concederle vida al personaje y también porque se trató de un papel anhelado por la artista en el séptimo arte.
“Yuli es uno de esos grandes regalos que me dio la vida, me ofreció uno de esos personajes de los que digo: ‘Esa soy, me tocó a mí’. Y sí, fue la primera vez que trabajé en un filme de corte biográfico, aunque sabía por el guion que el personaje no se desarrollaría mucho, pero indagué, averigüé la vida de Carlos y de María, su madre”, explica Pérez.
“La primera vez que vi a Carlos Acosta estábamos a punto de grabar ―recuerda―, pero no nos conocíamos y por coincidencia nos encontramos en el aeropuerto. Me adentré tanto en el personaje que, aunque nunca lo había visto personalmente, te juro que no pude dejar de gritar: ‘¡Carlos!’. Él muy gentil se viró y me saludó, pero bueno, era obvio que no entendía mi efusividad. Yo lo sentía parte de mí, tan cerca y tan identificada con él, que lo abracé y cuando lo solté me identifiqué y sonreímos nada más. Ya después en el rodaje, cuando nos conocimos bien, le conté lo que sentí ese día y nos reímos mucho. Fue como ver a la persona que más conoces en ese momento de la vida. No sé, fue algo increíble”.
Con Yuli, la artista asegura haber experimentado emociones diferentes, ya que hasta ese momento solo había asumido roles más relacionados con el género de comedia. Así lo confirma: “Era un personaje bien dramático que me hacía mucha falta en el cine, porque en la televisión me he desarrollado en personajes dramáticos siempre. Coincidir nuevamente con Laura de la Uz (Ramona de Saá en el largometraje) fue espectacular, porque es alguien a quien quiero mucho y agradezco poder trabajar con ella, y con todas las personas que compartí escena”.
Como es lógico, la oportunidad de trabajar con Icíar Bollaín resultó útil en su quehacer actoral. “En mi carrera Yuli marcó un antes y un después, no me puede faltar por decir”, comenta.
También trabajó con Arturo Sotto en el filme Boccacerías habaneras. Desde su perspectiva, ¿cómo es Sotto en calidad de director?
Arturo Sotto como director me pareció muy seguro. Es un hombre que sabe lo que quiere y te lo trasmite con esa serenidad increíble, al menos es mi experiencia. Es de los directores con quien trabajaría mil veces más. Fue divino como director y también fue divino compartir escena con él.
En la película El extraordinario viaje de Celeste García (Arturo Infante) trabajó con la actriz María Isabel Díaz. ¿Cómo recuerda esa experiencia?
Trabajar con María Isabel fue un sueño, porque es alguien a quien admiraba mucho y después de conocerla esa admiración aumentó. Es una actriz muy talentosa y un ser humano increíble. Cuando recuerdo cada día del rodaje todavía sonrío y me divierto. Quiero también agradecer a todo el equipo, a los actores con quienes compartí escena y sobre todo, a Arturo Infante, que tuvo el gesto tan lindo de pensar en mí y escribir su Perlita para mí. Fue increíble.
Como actriz también ha sido aplaudida en los papeles de Juanita Alcantarilla y Arturita. ¿Tiene algún secreto para hacer reír?
Arturita es un personaje muy querido para mí y no tengo secretos para hacer reír. Salgo al escenario y te juro que tiemblo cuando veo tanta gente delante de mí esperando tanto, porque reír es mucho. Arturita se va sola y cuando vengo a ver el miedo desapareció. Es el personaje que me ha dado la posibilidad de enfrentarme a todo tipo de público. Hago un dúo con Gelliset Valdés, quien hace el personaje de Felipa. Somos dos guajiras y cuando vamos a salir al escenario nos abrazamos, siempre, deseándonos lo mejor y diciendo que sea lo que Dios quiera.
Muchas veces nos tienen que hacer una seña porque nos pasamos de tiempo y es que estamos disfrutando tanto que no queremos parar. Ese es el secreto del humor, disfrutarlo mucho, cuando lo disfrutas tú, el público lo disfruta contigo.
¿Trabaja en algún nuevo proyecto?
Antes de empezar la crisis que estamos viviendo, ya había grabado la serie Rompiendo el silencio, del chino Chong. Allí hago un personaje del cual no te puedes desprender fácilmente, de los que te dejan marcada. El tema es la violencia de género y es muy fuerte. Espero que salga próximamente y que lo disfruten mucho. También grabé la serie De amores y esperanzas, con Raquel González, y te aseguro que fue un reto en todos los sentidos, pero es mejor hablar cuando la serie salga al aire.
Tengo otro proyecto, otro reto que es trabajar con Fernando Pérez en su nueva película. Tuvimos que parar por la pandemia, pero espero que se retome en cuanto todo esto pase y poder cumplir el sueño de trabajar con ese gran hombre y director.
¿Cuánto le queda por hacer a Yerlín Pérez?
Todo, creo que no voy ni por la mitad. Espero tener muchas oportunidades de sentirme viva, y para mí eso significa actuar. Por lo tanto, espero que la vida me regale muchos personajes más y me dé la posibilidad de sentirme feliz, que realmente es una de las cosas más importantes en mi vida y lo ha sido siempre, además de mi familia, mi hijo y las cosas cotidianas. Para mí la actuación es lo más grande.
(Foto: cortesía de la entrevistada)