Buh-ning: la convergencia de dos mundos

Destinados a encontrarse, según lo planteado por la crítica, estaban el director coreano Lee Chang-Dong y el escritor japonés Haruki Murakami.

El primero consiguió adaptar magistralmente un cuento del autor nipón, al sacar a la luz en 2018 el filme Buh-ning (Burning o En llamas, según la traducción inglesa o española) donde se complementan la tendencia de ambos por el realismo mágico y la belleza lírica.

En el relato la vida de tres personajes se entrecruzan para asistir al abismo interno de sus acciones. Una interacción marcada por las particularidades de cada personalidad, antepuesta una a la otra, pero marcadas por el morbo y el misterio.

En el filme un joven repartidor vive una vida monótona hasta que se reencuentra con una amiga de la infancia. Entonces sus caminos y el de un misterioso joven de la alta sociedad se vuelven dependientes.

La mezcla constante de sentimientos se convierte en uno de los principales recursos de los que se vale el cineasta para atrapar al espectador. Una historia marcada por los encuentros y desencuentros, donde lo sutil y lo burdo se complementan para conducir a un desenlace inevitable.

Con una visión muy personal, y representativa de su cinematografía, Chang-Dong convida a mirar con atención cada detalle de la obra, extensa en su duración.

En Buh-ning no se trata de trama, sino de ambiente.