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"Llego al ICAIC por la vocación". Entrevista a Manuel Herrera
¿Cuando usted escucha la palabra ICAIC qué le viene a la mente?
Tantas cosas, tantas cosas. Eh me viene incluso, me podría venir a la mente incluso cosas de cuando no estaba en el ICAIC, que era muy joven porque nosotros nos dedicábamos teníamos un Cine Club en Santa Clara e inmediatamente empezamos a establecer contacto con el ICAIC y nos dedicábamos a exhibir los documentales del ICAIC, no solo en el Cine Club, sino en otros centros de la ciudad. Ya por ahí el ICAIC empieza a entrar en mi vida a los 17 años. Entonces cuando pienso en ICAIC pienso en mi juventud, pienso en mi madurez, pienso en mi vejez y pienso en un cine de calidad sobre todo. Un cine de calidad, que si en los primeros momentos se puede hablar de un cine dogmatico, un cine que preferencia la Revolución encima de cualquier tipo de crítica que pudiera establecerse aunque había algunas cosas criticas. Si pienso que se hizo un cine de calidad y sobretodo se llegó a influir en Latinoamérica, en todo el ámbito continental y en cierto momento en Europa. Entonces pienso que desgraciadamente también tengo que pensar en una decadencia, en algo que paso y en algo que no se puede recuperar, que ¡no! Puede ser así otra vez porque la época es distinta, todo es distinto, todo es distinto, todas las cosas pasan y terminan y tienen un nuevo aire. En todas esas cosas pienso, no sé, si tu aspirabas a que la respuesta fuera por ahí.
¿Cómo usted llega acá al ICAIC?
Yo llego al ICAIC, bueno producto de la vocación, en principio porque desde muy joven yo tuve una vocación, casi de niño por el cine. Mi padre era un gran cinéfilo, gustaba mucho del cine sobre todo de Chaplin, él era actor bufo, él era comediante y por supuesto le gustaban las comedias, Chaplin le encantaba fue su ídolo hasta su muerte. Y mi padre me enseño a ir al cine y a ver cine, no solamente a ver películas que me pudieran entretener sino a ver películas que pudieran tener un contenido social y sobre todo cuando encontré el Neorrealismo Italiano, que mostraba la problemática de, de mi cuadra de niño, de gente pobre, de gente obrera, en fin me empecé a permiar del cine y casi desde niño tengo esa vocación. Cuando fui un adolescente funde junto con Raúl el Cine Club del Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara y empezamos hacer una actividad muy fuerte con relación al cine. Durante la etapa del 57-58, no es tan significativa puesto que paro por la situación del país, paro las clases. Pero durante el 59 y el 60 regresamos a una gran actividad en ese Cine Club, incluso llevamos a Héctor Almendros a Santa Clara.
Y cuando comienzan a filmar Historias de la Revolución allí, yo me meto en el equipo, o sea, voy a ver a Titón al hotel donde estaba hospedado, hablo con él, lo invito a ir al Cine Club, él fue y discutió con nosotros ahí; y me invita a participar en la película y por supuesto yo me dedique a eso durante ese tiempo. Eso me valió que nos dieran a conocer aquí en el ICAIC y un tiempo después recibí un telegrama de Alfredo, invitándome a venir a conocer el ICAIC, que ya conocíamos porque nosotros habíamos venido aquí, habíamos hablado con Santiago, habíamos buscado películas y Santiago nos nombro corresponsales del Noticiero en la ciudad porque teníamos una cámara y entonces nos mandaba películas para esa corresponsalía y realizamos varios documentales allí. Y entonces recibo ese telegrama de Alfredo invitándome a venir al ICAIC, vinimos dos compañeros más y yo, Raúl ya estaba aquí en la Habana pero no había entrado al ICAIC, se incorporo con nosotros y nos quedamos en la Habana, en la Revista Cine Cubano es donde empecé.
¿Y si usted volviera a nacer volvería a escoger esta profesión?
Si, sin duda, sin duda, aunque es una profesión muy difícil y muy mal pagada, a veces yo digo para la próxima vengo salsero o plomero de la Habana Vieja. Pero es una profesión linda, es una profesión linda y por suerte además fue u período en que, en que fue muy, muy de una gran vivencia, de una gran vivencia donde todos los días sucedían cosas, donde había que estar muy activo y la formación de un joven en ese momento requiere de esas cosas y yo las tuve. Sí yo volvería a escoger sin duda
¿Qué piensa del futuro del cine en general y del cine cubano como tal?
Yo pienso del futuro del cine en general, pienso que tiene que haber un cambio, o sea, la tecnología va imponer un cambio, ha habido demasiados tanteos. La llamada democratización de los medios constituyo un puñal de doble filo, un puñal que al permitir el acceso de mucha gente al cine mata un poco el cine, me explico, no es que no quiera que la gente vaya, yo siempre he sido cine aficionado, trabajo con los aficionados, quiero que la gente haga. Pero el problema es que el cine es otra cosa, el cine requiere de un andamiaje, de una industria, de una construcción, normal de los norteamericanos no descuidan eso. Mira la historia del año 19 en que Griffith hace Intolerancia, al año 39 en que hacen Lo que el viento se llevó, hay un lapso de 20 años el cine avanzó enormemente tecnológicamente buscando la perfección y la comunicación con el exportador y creó un lenguaje, creó un lenguaje, creó una, una estructura cinematográfica que se fue modificando, que se fue modificando con el tiempo y perfeccionando.
Además no es que sea perfecta, eso es un lenguaje, ese lenguaje es el que yo siento que no se puede hacer con la economía de recursos, entonces esa economía de recursos provoca un nuevo lenguaje, una nueva cosa que yo llamo: audiovisual, en la cual está incluido el cine, pero el cine es una especificación, como la televisión. Es una especificación tienen su lenguaje, tienen su forma de estructurarse, eso tiene que evolucionar, tecnológicamente tiene que ir hacia eso. Pero yo creo que el instinto del hombre de reunirse, de estar en una sala oscura, de comentar, de ir a ver una película sobre todo a edades muy tempranas, no va a perecer.
Cierta vagancia hay con relación a eso porque mucha gente prefieren ver una película en su computador, o en un DVD y darle para adelante, para atrás y moverla a su antojo. Ahora, el verdadero disfrute del espectáculo cinematográfico no lo tienen, ese está en la sala oscura. Y se van perfeccionando el DSP, ya es un camino de perfección, pero mucho más perceptible, puede en un futuro evolucionar mucho más la estereofonía, el cine deslindarse un poco de que el efecto tecnológico sea simplemente para asombrar al espectador y no un modo de expresión. Hay películas que usan el efecto cinematográfico como un modo de expresión y ese camino me parece que se seguirá. Pero tenemos que cambiarlo nosotros mismos el concepto que tenemos de cine de autor y considerar por ejemplo: que un director como Spielberg es un autor, en el cual puedes reconocer sus ideas, puedes reconocer su forma de hacer, su forma de expresarse, como se comportan los personajes que siempre son reflejo un poco la personalidad del autor y hay que cambiar, va a cambiar.
Yo creo que va a ser saludable porque nosotros tenemos una gran crisis de cine, una crisis extraordinaria sobre todo por la indigencia de medios porque ir a una sala de cine para qué para no tener aire acondicionado, para no tener que comer, para tener una empleomanía que te insulta si te mueves de determinada manera, la gente no va al cine y encima te ponen un cartel donde dice: No puedes entrar, ni con chancletas ni con mochila, ni en short. En un país donde el calor es agobiante y el cine no tiene una respuesta de aire acondicionado para eso, eso aleja al público y por supuesto la televisión le da lo último que no se lo da en ninguna parte del mundo en ofrecimiento cinematográfico y tenemos legalizada la piratería, todas esas cosas conspiran contra el cine en Cuba. Pero no es el panorama mundial, por ejemplo: un país como México, es un país altamente consumidor de salas de cine, un país que tiene muchísimas salas de cine y una afluencia enorme del público al cine ¿Por qué pasa eso? Por el instinto del hombre de reunirse y que seguirá siendo.
Y de las producciones cubanas actuales ¿Qué opinión tiene?
Yo creo, que se está presionando demasiado por la economía, pero se está tratando de buscar cómo hacer un cine de poco recurso y de bajo costo, pero que parezca de mucho costo y yo creo que no, yo creo que tenemos que hacer un cine de bajo costo, pero que parezca un cine de calidad. Nosotros por ejemplo: en los años 70 tuvimos, el ICAIC siempre ha estado en crisis, desde siempre, al primero que ha habido que recortarle algo ha sido al ICAIC. Entonces en una de las crisis de los años 70, finales de los 60 comienzo de los 70 hasta el 80, la producción era realmente mínima, entonces no se podía, no había un mercado de película virgen todavía y nos dimos a la tarea de buscar estéticamente como convertir el miserabilismo en una opción estética y se lograron algunas cosas. Y yo creo que ese es el camino, no tratar de hacer una película época, de guerra, que se yo, con poco recursos que en definitiva parece una película de poco recursos. Hay que evidenciar los pocos recursos que tenemos y buscar en esa línea, en ese sentido yo veo cierta debilidad en el cine cubano, hay algunas películas más intimistas que están mejor o mejor lograda.
Creo que: Conducta, es una excelente película por ejemplo, pero no se dan con la frecuencia que debían darse con relación a la masividad que hay porque hay bastantes, se producen más películas que nunca, pero no, son flores de un día. Son películas que la exhiben en el Chaplin, ha sí muy bien, en la noche de estreno aplaudimos y se disuelve, se disuelve no es un cine que permanezca y ese es uno de los grandes pecados. No es que yo pida Lucia, no es que yo pida Memorias del subdesarrollo, como te dije al principio estoy consciente de que eso no va a volver a pasar, eso fue una época, un momento determinado y una explosión de fuerza y eso no va a volver; independientemente que vengan realizadores con más talento que Humberto Solás o que Titón, que pueden venir y que seguramente andan por ahí, pero será otro tipo de cosa, no será ese tipo.
Con su experiencia como director ¿Qué cualidades cree que deba de tener un director cinematográfico?
Mira, la primera imaginación por supuesto, sin eso no hay nada, sin imaginación y talento no hay nada. Pero fundamentalmente ser organizado, para llevar una producción y para poder realmente afrontar y llevar la continuidad y llevar esa obra, que tu día a día tienes que estar formando y que tienes que estarle llevando a los demás; tú tienes que tener una gran organización. En eso para mí Titón fue un maestro, yo tuve la suerte de trabajar tres películas con él y aprender todo aquel sistema de organización y realmente él tenía una organización de hierro, que podía cambiar cuando le daba la gana, era una cosa que era firme, férrea pero a la vez elástica y ese es el camino principal.
El otro dominio de la técnica, hay que dominar la técnica para poder, tú no puedes escribir si no dominas la técnica. Tienes que dominar las palabras, saber cuándo es un plano, cuando tienes que subrayar, cuando puedes hacer esto, como puedes lograr lo otro y tener ese dominio técnico. El dominio artístico que se va adquiriendo y sobre todo, lo principal en el terreno artístico la dirección de actores. Yo siempre, digo que los actores no están actuando mal, los actores están mal dirigidos porque cualquiera por ejemplo: un no actor, como el de limpia botas o Ladrones de bicicleta, que no son actores profesionales está bien dirigido y tú sientes una actuación bien sólida. Yo pienso eso, yo pienso que el director, no tiene la cámara, aunque interviene en la cámara, no tiene un bum que ponerle a un actor, no tiene ningún equipo electrónico con el que trabajar; lo que tiene es el actor, esa es su materia de trabajo y a eso tiene que dedicarse al actor y a la puesta en escena.
¿Cuál es su mejor momento acá en el ICAIC así que puede recordar que lo haya marcado?
¿Qué me haya marcado? Yo te diría, que en principio Girón. Que en principio Girón porque fue una película que me costó mucho trabajo. Girón aparentemente es una película panfletaria, pero no fue ¿? fue una película que estuvo 5 años ¿por qué? Porque yo me enfrento a la investigación de Girón en aquel momento decían que habían venido como cocineros, que no habían peleado, que no, que no eran, no, no tenían el rigor del combate, que había sido una victoria fácil y yo me plantee dos premisas, que uno siempre se plantea premisas a la hora de la investigación. Una era: ¿Qué valor tiene una batalla donde el enemigo no combate y si esa es nuestra principal batalla? y segunda: ¿Quién puso nuestros muertos, quién los mató? Qué tuvimos más que ellos.
Entonces sobre esas premisas descubrí que si que habían peleado, que había sido dificilísimo sacarlos de ahí, que había sido, que había que emplear toda una estrategia, una estrategia de masividad y eso no gusto en ciertas esferas, Yo tuve que pasar el sin sabor de estar en el Festival de Venecia con la película debajo de la cama, sabiendo que iba a ser una película de éxito en el festival porque no la habían aprobado todavía en Cuba.
Por suerte cuando Fidel la vio le encantó porque él durante todo ese tiempo parece que no quiso comprometerse con lo que le decían y que se yo, pero un día la vio a instancia de Celia y le pareció espectacular y a partir de ahí se rompió el mito. Pero todos esos 5 años son angustiosos, para un joven de 26 años, que hace su primera película, que la hace con un enorme esfuerzo y poniéndole todo lo que se pone a esa edad y que de pronto encontrarse con todo eso. Y en medio de todo eso hago un documental que fue: Carnaval 70, que también estuvo prohibido 35 años. Entonces es realmente el momento de mayor, de mayor impacto.
A pesar de todos estos problemas la obra que más usted disfruta en la realización ¿Cuál sería?
En la realización y por razones extra cinematográficas: Zafiro locura azul porque es una película que a mí mismo me sorprende. Yo hago Zafiro pensando en mi juventud, pensando en que yo fui un joven que se formó en la música norteamericana, que tenía programas de radio de música norteamericana y que de pronto ese vínculo cultural se corto, y ese vínculo no me interesaba en el mozambique, ni en otro tipo. Aparecen los Zafiros, que no es más, o sea, es música bebop norteamericana, todos los arreglos son bebop y e impactaron a la juventud nuestra enormemente. Entonces yo pensando, yo enamoraba con: La luna en tu mirada, que es la canción base de esa película, pensando en todas esas cosas construí la película. Pero lo que me sorprendió fue y además para rescatar a los Zafiros que habían sido realmente atropellados durante el quinquenio gris, hasta el colmo de tenerse que ir y después no se oyeron más nunca en la radio hasta que sale la película.
El rescate de Zafiro por un lado para la política, para la cultura cubana, que se logro porque el apoyo fue extraordinariamente masivo con relación a la película. Y esos son cosas por ejemplo que además la hice de la forma que la hice y la gente me critica, o sea, los críticos me critican porque dicen: que es una película comercial. ¡No!, es una película artística porque yo la hice así, consciente, consciente de que este pueblo estaba atravesando un momento muy difícil: que era el período especial y que después del estreno de la película viene lo de Elian y que tenía que ser así para que la gente sonriera, la gente relajara y por eso la considero una operación artística. Y bueno me sorprendió todo, que la película rompiera todo los propósitos, siendo una película que estaba abandonada por completo por todo el mundo porque yo incluso tuve, yo tenía derecho a una copia por el contrato que yo había hecho con el productor cubano-americano y me quedé con esa copia en 35mm y el ICAIC no me la quiso aceptar por ningún lado. La película para poderla mantener viva yo la puse en la Fundación, después se puso 3 meses en el, en el cine, en el que esta frente al Capitolio, en el Payret 3 meses que los trabajadores la cuidaron con celo porque evidentemente se puso, como la película no era del ICAIC se le hizo una guerra.
Pero la película obtiene el premio de la popularidad en el festival, que fue una lucha también enorme porque querían escamotearlo. Y entonces esta, esta, esta, esta permanencia en el cine Payret cuidado por los empleados valió que pudiera estar la película para que el ICAIC la contratipara, pero como nadie quiso aceptarme la película que yo tenía, yo se la entregue de nuevo al productor. Y cuando, hicimos toda una estrategia, mandamos, aprovechamos el impacto de la película, mandamos a los actores al programa 23 y M a decir específicamente: que el productor se llevaba la película y no se iba a ver más; reventó los teléfonos por todas partes y Abel Prieto le dio la orden al ICAIC de que tenía que exhibir la película porque esa película era un hecho cultural y había que exhibirla. Entonces el ICAIC tuvo que comprar esa película, la que yo le iba a regalar, la tuvo que comprar. Hicieron un contratico horrible y la distribuyeron muy mal, pero la tuvieron que distribuir. Todas esas cosas hacen que una quiera las películas, a mi Capablanca es una película que me gusta, me gusta mucho también por la polémica que generó, que Capablanca y Placido detonaron la polémica que vino a parar en Alicia en el pueblo de las maravillas.
Todas son polémicas extra cinematográficas, no realmente cinematográficas por tener el control del ICAIC de ciertos sectores que siempre habían sido rechazados por la política del ICAIC y golpeados por la política del ICAIC. Y bueno también es una película que me trae muchas satisfacciones porque además hoy, Capablanca es una película del año 86, tiene casi 30 años y no tiene el rollo 8. Todas las copias que tú ves por ahí le falta el rollo 8. Yo conseguí una copia completa; vinieron unos rusos aquí a entrevistarme por la película, por Capablanca, que se yo, y le dije: lo único que quiero es que me traigas una copia en DVD de Capablanca y me trajeron una copia en DVD de Capablanca completa, pero doblada al ruso porque ellos todo lo doblan, muy bien doblada por supuesto. Hasta el sol de hoy, de eso hace como 10 años yo estaba en la Cinemateca cuando ellos vinieron, yo no he podido lograr que el ICAIC subtitule esa película y esta la lista de diálogos ahí en la Cinemateca. Incluso he intentado subtitularla yo en mi casa para tener una copia completa con el rollo 8. Y todo lo que se exhibe, se exhibe sin el rollo 8 porque no quisieron volver hacer una copia. Tu sabes que se hacia copia en VHS y entonces yo que tengo la costumbre de cuando estreno algo ir por los cines a ver las distintas reacciones del público; me voy a la Sala de Video del Acapulco y de pronto noto y digo: el proyeccionista se equivoco, aquifalta el rollo 8, y digo: no se puede equivocar es todo completo y es que el telecine no había hecho el rollo 8. Entonces vine acá, hable con Julio, que era el Presidente, con Benigno y me dijeron, no, no ya nosotros invertimos en esa película y no podemos seguir invirtiendo en esa película y así se ha quedado hasta el sol de hoy. ¡Todo no es color de rosa! Pero aun así ¡Volvería a estar en el ICAIC!
Ahorita usted me mencionaba que Titon era una persona clave en su formación ¿Qué otras personas usted consideran que hayan influido en su formación como realizador?
¡Te vas a asombrar!, pero una persona que me aporto mucho sin él saberlo y quizás contrariamente a todo lo que hacia fue Pepe Massip yo fui asistente de Pepe Massip en una película que se llama: Guantánamo, que para mi es una joyita, una joyita previsora de lo que iba a ser después el cine imperfecto. Estoy hablando en el año 63 y tuvimos una gran experiencia de Guantánamo, todavía existía la red de prostitución enorme que hubo ahí en Caimanera, estuvimos en el borde de la base nos entraron a tiros y todas esas cosas que son experiencias muy ricas pero también el hecho de trabajar. Massip tenía fama de mal director, que no lo era y nadie quería trabajar con él. Yo empecé a trabajar con él porque yo sencillamente tengo el criterio de que si ese señor hace cine y tiene tres películas detrás de la … yo voy aprender algo y efectivamente una influencia importante. Tanto que luchamos muchísimo para que le dieran, Eslinda y yo para que le dieran el Premio Nacional de Cine, que al fin se logro ya cuando le habían dado dos isquemias y casi no podía hablar, pero por esa leyenda que siempre tuvo Massip, que a mi juicio no.
¿Qué opina de los nuevos directores?
Me gusta mucho el entusiasmo que tienen. Pienso que tiene que aprender muchas cosas, sobre todo en el manejo de la técnica, en el manejo de la dirección de actores, de la composición de una película. Recibir influencias que sean directamente de cine, si quieren ser directores de cine y no solo de la televisión y del video clip, que creo que tienen mucha gente, pero yo creo que hay gente con mucho talento. Creo que hay gente que realmente tienen talento como el de Conducta, Daranas es un hombre con mucho talento, el director de la Pared también; realmente los nombres casi no se me pegan, Cremata tiene cosas muy interesantes: ¡Viva Cuba!, es una película muy interesante y si creo que hay gente con talento. Los más jóvenes, los que ahora surgen como nada, quizás no lo saben, pero Jessica por ejemplo: los documentales que he visto de Jessica son extraordinarios y la muchacha que hizo Los hijos de Saturno, que no es cineasta es investigadora, pero manejo el cine de una manera muy fluida en ese documental y fue muy osada, es una obra completamente importante. Tacones, ¿Cómo se llama? Tacones lejanos, no esa es la de Almodóvar.
El documental de Jessica el de los travesti, es muy lindo documental y es una muchacha que tiene, que tiene mucho talento. Pero desgraciadamente a mucho de ellos los perdemos porque no tienen la posibilidad de desarrollarse aquí; en el caso de las mujeres se casan con extranjeros y se van y también los hombres se casan con extranjeras y se van. Pero yo creo, yo me siento, me siento realmente confiado en que este período va a pasar, que hay gente con talento, que hay gente que ama el cine y que va a sacarlo adelante.
Nota: entrevista realizada el 28 de marzo de 2016