Tulio

Cumple 80 de Tulio: desde el recuerdo

Vie, 11/06/2020

Tulio Raggi fue el artista más imaginativo que conocí en todos estos años… En su mente creaba constantemente aventuras que quizás le hubiera gustado haber vivido. Profesional muy culto, leía mucha buena literatura que lo llenaban de imágenes y de vivencias ajenas que, inmediatamente, incorporaba a su “mundo interior” y que nutrían su fértil sensibilidad que era muy especial.

El hecho de que fuera un magnífico dibujante e ilustrador de libros e historietas le daban el “caldo de cultivo” suficiente para procesarlos en su interior y, más tarde, sentarse a hacernos los “cuentos” de su viaje a Egipto, detallarnos las viejas pirámides y las aventuras que “vivió” en ese país, o cuando el asesino Ventura lo “torturó” en una de las mazmorras durante la tiranía batistiana…

Recuerdo ahora cómo nos “embobecía” mientras le escuchábamos contarnos sobre la época en que “él” fue pirata en el Caribe o cómo peleó en México contra los contrabandistas de alcohol californiano. Todo el que quería podía escuchar a Tulio, “novelarnos” cómo logró salvarse del hundimiento del “Titanic” aquella terrible noche en que chocó con el iceberg en los mares del norte. ¡Tulio había sido tripulante de ese trasatlántico…!

Predominaba en él la imaginación, aunque siempre se le notaba que en sus narraciones daba a entender que de sobra comprendía que sus oyentes no nos dejábamos engañar ingenuamente y que, en realidad, esta era la misma clase de fantasías románticas que más tarde trasladaba a los personajes de sus dibujos animados…

¡Ese era nuestro Tulio Raggi en aquella época!

Todos los compañeros del Estudio de Animación del ICAIC que compartimos con él la realización de su importante obra artística, y para que las nuevas generaciones de artistas de nuestros Estudios lo conozcan y valoren, queremos recordarlo como él hubiera preferido: reconociéndolo y agradeciéndole todo su significante legado cultural a nuestra cinematografía de animación cubana.

(Tomado de sitio web de Animados ICAIC, 15 de mayo de 2018)