Rebeca Chávez

Buscando a Rebeca Chávez

Jue, 07/15/2021

Hace varias décadas, Rebeca Chávez, quien cumple este 15 de julio 75 años, se reconoció como parte de la tercera promoción de documentalistas del ICAIC. En una entrevista hecha por Mercedes Santos Moray en 1988 para Cine Cubano, ella reconocía la primera generación entre los fundadores, con Santiago Álvarez a la cabeza. Después, una intermedia muy vinculada al Noticiero ICAIC Latinoamericano que cubrió una buena parte de los setenta, integrada —entre otros— por Daniel Díaz Torres, Fernando Pérez y Rolando Díaz. Ese grupo, según su criterio: “…alcanzó un tono muy particular y sostenido… aportaron soluciones nuevas para abordar las noticias, alcanzaron un nivel de elaboración y acercamiento a los temas y asuntos verdaderamente ricos y eficaces”1.

La promoción de Rebeca llegó al cine de diferentes modos. Ella, como Gerardo Chijona, Mayra Vilasís, Enrique Colina, había comenzado escribiendo críticas; pero en su caso, tuvo una importancia muy grande el tiempo permanecido en el Noticiero ICAIC Latinoamericano al lado de Santiago Álvarez: “Aprendí en el Noticiero... el ABC del cine y aprendí a reconocer aquellas noticias que pueden devenir documentales”2.

Sin embargo, esa promoción igualmente tuvo por característica el haber llegado a la dirección con retraso en cuanto a la edad. No obstante, fue la primera en la que el componente femenino fue en aumento, pues a los nombres de Rebeca y Mayra Vilasís se van uniendo otros como el de Marisol Trujillo y Belkis Vega.

Cuando uno observa su filmografía se percata de que realmente ella es “un elemento deslizante” entre las diferentes promociones. Sus primeras obras las realiza con un integrante de la primera generación: Óscar Valdés, figura imprescindible en su formación cinematográfica3. Rebeca es la guionista de Arte del pueblo (1974), una cinta que se acerca al trabajo realizado durante esos años por la artista visual Antonia Eiriz (1929- 1995) en el reparto Juanelo de La Habana. Después, codirige con dos miembros de la segunda promoción: Daniel y Rolando, el Noticiero ICAIC nro. 808 (1977), dedicado al III Congreso de la UJC.

Su producción como directora comienza al año siguiente con La casa de Mario (1978), entrevista realizada a Mario Sariol, campesino de la Sierra Maestra, colaborador de la guerrilla desde los primeros momentos y suministrador del Ejército Rebelde.

Desde esta obra comienzan a aparecer algunas peculiaridades de su filmografía. La primera es definida por ella misma como un abordaje de los temas desde el punto de vista periodístico, rasgo determinado por su propia formación humanista, pues Rebeca Chávez es graduada de Licenciatura en Historia en la Universidad de Oriente. Pero en esta característica tiene una importancia significativa los años al lado de Santiago Álvarez y dentro del Noticiero ICAIC..., donde laboró como investigadora, guionista y asistente de dirección.

La segunda particularidad de su filmografía es su gusto por la historia como asunto, en especial, “las personas que están en una esquina de la vida y de repente cambian”4. Esto la ha llevado a abordarla desde personajes que no siempre han sido los principales protagonistas en una gesta, sino que han participado o sido testigos.

Ejemplos de lo anterior son Imágenes en la memoria (1984), en el que recrea los acontecimientos de Playa Girón a través de la obra de tres reporteros gráficos que relatan sus vivencias apoyados por sus fotos, en su mayoría, inéditas; o, Entre leyendas yOctubre del ’67, ambos estrenados durante 1988, en los cuales presenta los acontecimientos ocurridos en Bolivia alrededor de la guerrilla del Che desde el testimonio de tres de sus sobrevivientes.

En su filmografía también se encuentran personajes importantes o singulares colocados en sus circunstancias. Son el caso de Cuando una mujer no duerme (1985), dedicado a Francisca “Panchita” Rivero, la madre de Manuel “Piti” Fajardo, una mestiza manzanillera con un defecto físico que se alza sobre esa dificultad y se convierte en la segunda médico mujer de Cuba, primera directora de un hospital en el país y progenitora de uno de los mártires de la Revolución; Rigoberta, del mismo año, con el que indaga acerca de la vida personal de Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, luchadora por los derechos civiles y políticos de su país: Guatemala; o Esa invencible esperanza (1986), reflexión sobre la Teoría de la Liberación y acercamiento a uno de sus principales defensores en América Latina: Frei Betto.

Dentro de esta misma línea temática de los personajes singulares, podríamos incluir Buscando a Chano Pozo (1987), Una más entre ellos (1988), dedicado a Tamara Bunke y quizás pensado como una trilogía con Entre leyendas y Octubre del ’67; Con todo mi amor, Rita (2000) y Cuando Sindo Garay visitó a Emiliano Blez (2002). 

Estos documentales permiten señalar otro elemento estilístico importante —a partir del primero— en su quehacer artístico: el empleo del found footage o imagen reciclada de diferentes maneras: unas veces simplemente ilustrando, apoyando lo dicho por los testimoniantes, otras, con una intención más creativa.

Cuando Sindo Garay visitó a Emiliano Blez se inicia con una voz femenina que justifica y argumenta el empleo de esas imágenes pertenecientes a otro, ahora tomadas por un realizador para darles un nuevo significado, construir con ellas otro discurso. En el documental, la locutora en off dice: “El pasado existe cuando lo podemos recordar, las imágenes y palabras que voy a retomar fueron filmadas y grabadas por otros cineastas hace más de treinta y cinco años. Desde entonces, permanecieron sin llegar a conformar una obra; pero existían, estaban en algún sitio y un día alguien volvió a dar con ellas, caer en sus provocaciones y vivir la aventura del recuerdo”.

Esta declaración es uno de los principios del empleo del found footage en el documental, y aunque debo aclarar que Rebeca Chávez no es la primera ni la única que lo emplea en el cine cubano, la vitalidad en la recreación del personaje en Buscando a Chano Pozo y la singularidad de Cuando Sindo Garay… le deben un porciento importante al manejo de las imágenes obtenidas de archivo u olvidadas en anaqueles como se nos muestra en las primeras imágenes introductorias del documental arriba mencionado.

Buscando a Chano Pozo es una indagación sobre la obra de uno de los más grandes músicos cubanos, quien consiguió introducir los elementos del complejo de la rumba en el jazz norteamericano. Rebeca indaga sobre esta herencia cultural desde las raíces del músico y para ello se apoya en entrevistas a expertos sobre Chano y a otros intérpretes de los mismos ritmos cultivados por él.

En la apropiación y el manejo a través de la edición de imágenes de archivo, Buscando a… demuestra el aprendizaje de la directora al lado de Santiago Álvarez, pues su estilo es muy similar a sus mejores filmes durante la década de los sesenta. Sin embargo, le falta el aliento creativo de aquellos, lastrado por el abuso de la entrevista y el cierre musical, testimonio de la visita de Dizzie Gillespie a Cuba.

En Cuando Sindo Garay…, Rebeca emplea una serie de imágenes olvidadas en los archivos para hacer un homenaje al músico y, a su vez, a Santiago de Cuba, territorio donde vivió su infancia y parte de su juventud, pues el filme obtenido recuerda la última visita del bardo a la ciudad y su encuentro con su amigo y músico Emiliano Blez.

Una experiencia similar en el empleo del found footage la vuelve a lograr la directora con El día más largo (2011). En esta ocasión, recupera una entrevista hecha a Fidel Castro en Camagüey a unas horas del triunfo revolucionario de 1959, aparentemente perdida. En esta obra hay una madurez en el empleo de todo un material de archivo tanto visual como sonoro, que consigue una verdadera película de compilación, iluminadora de un momento imprescindible de la vida de la nación cubana.

Rebeca Chávez también se acercó a la ficción. En 1992, dirigió dos cortos: La fidelidad y El triángulo. Su primer largometraje lo consiguió en 2009: Ciudad en rojo, otro homenaje a su Santiago indómito, donde participó siendo una niña en las luchas clandestinas. 

Sobre ellos no voy a escribir, preferí buscar sus coordenadas como realizadora en sus documentales, aunque sé que no están aquí todos los que merecen, al menos, una reseña. Pero espero llamar la atención sobre su filmografía, para intentar salvarme de la diatriba que dedicó a los críticos en Cine Cubano durante 1988, cuando dijo: “Ni los documentales que reciben premios ganan la atención de quienes escriben sobre cine”5… En eso todavía hoy tiene la razón.

Referencias bibliográficas: 

1  Santos, M. “Aparte con Rebeca Chávez”. Cine Cubano, nro. 122. 1988, p. 25.

2 Ibídem, p. 26.

“Teníamos una relación especial. Se sentaba siempre en la biblioteca del ICAIC y yo iba un día sí y otro también a conversar con Óscar de cualquier cosa o a ver películas. Lo quise entrañablemente. Fue la persona que me enseñó a ver cine”. Fraga, O.: “Rebeca Chávez: entre la simbología y la metáfora (II y final)”. Cubaperiodistas, 19 de mayo de 2021. https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2021/05/rebeca-chavez-entre-la-simbologia-y-la-metafora-ii-y-final/

Fraga, O. “Rebeca Chávez: entre la simbología y la metáfora (I)”. Cubaperiodistas, 16 de mayo de 2021. https://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2021/05/rebeca-chavez-entre-la-simbologia-y-la-metafora-i/

Santos, M. ob. cit., p. 28.