(La Habana, 1944)
Quiso ser cineasta desde niño. Comenzó a trabajar en el ICAIC como asistente de producción y luego como traductor. Debutó como director en solitario con Cascos blancos, en 1975. Al participar en la realización de numerosas ediciones del Noticiero ICAIC Latinoamericano (1978-82), admite su deuda con Santiago Álvarez por su mirada perennemente abierta a la búsqueda. Su obra documental se caracteriza por la pluralidad temática y por su sensible acercamiento a personalidades de la historia o la cultura. Ya en la ficción, con Clandestinos (1987) asombró por la lograda humanización de personajes heroicos, debatidos entre el amor y la muerte. Su atinado criterio selectivo de los actores se percibe en sus restantes filmes, en los que adjudica una importancia capital al depurado guion con estructuras dramáticas sólidas y situaciones y personajes verosímiles. Su filmografía incluye títulos como Madagascar (1994), La vida es silbar (1998), Suite Habana (2003) y otros igualmente reconocidos con innumerables premios nacionales e internacionales.