En uno de esos parajes contradictoriamente paradisíacos, porque la belleza de la naturaleza coexiste con la dureza de la vida de sus habitantes, un grupo de hombres se dedican a la caza de animales salvajes... Es parte de su necesidad vivencial y a la vez expresión de ese espíritu de aventura del ser humano... La lucha con la Naturaleza, pese a los riesgos y la violencia que ello arrastra...Y en medio de estos pantanos de la Ciénaga de Zapata, los cazadores discurren sobre la amistad, el amor, la confianza, la lealtad, temas universales, que hacen de cada uno ellos entrañablemente cercanos en criterios, incertidumbres, anhelos y también desesperanzas. Más allá del testimonio o el reportaje etnológico, Monteros propone un acercamiento poético, sensible, profundamente humano a estos hombres y mujeres, parte del complejo y variado mundo cubano.