Omar Valdés
Antes de dedicarse a la actuación, fue contador, técnico de IBM y mecanógrafo. En 1955 pasó un curso de actuación en la Universidad de Oriente con Francisco Morín como profesor, y posteriormente, otro de 4 años con Vicente Revuelta en Teatro Estudio. Antes de 1958, actuó en algunas obras teatrales en la provincia de Oriente, y partir de ese año regresó a La Habana para actuar, bajo la dirección de Morín, en la sala Prometeo. Luego trabajó en los grupos de teatro OCUJE, Conjunto Dramático Nacional, La Rueda, Taller Dramático Latinoamericano y Teatro Estudio. Entre las obras teatrales importantes en que intervino se encuentran: La soprano calva, El alma buena de Se Chuan, La muerte de un viajante, Los fusiles de madre Carrar, Petición de mano, Entremeses de Cervantes, Fuenteovejuna, Madre Coraje, Pasaje a la criolla, De película, Requiem por Yarini, La tragedia optimista, La fierecilla domada, Romeo y Julieta, Unos hombres y otros, El premio flaco. Aunque su trabajo en la televisión fue esporádico no por eso dejó de ser importante, ya que llevó a la pequeña pantalla císicos del teatro cubano y universal, además de actuar en algunas series y telenovelas, ente ellas Pasión y Prejuicio, la última antes de su deceso. Su carrera cinematográfica, que comenzó en 1964 en el filme La salación, fue extensa y de gran calidad. En la actualidad, el premio de actuación masculina que anualmente concede la Sección de Artes Escénicas de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), lleva su nombre.