NOTICIA
Vivir y aprender sobre la experiencia
Las reacciones de personas –de varias edades– que llegaron este 4 de abril hasta el lobby del Chaplin no tenían desperdicio. Y es que ser “espectador” de un Video 360 nos cambia la vida. Si no me cree pregunte a quienes se colocaron unas gafas especiales, y con un mando, reprodujeron un material capaz de separarte del aquí y ahora.
Todo esto aconteció antes de arrancar la conferencia-taller “Realidad virtual y aumentada desde la experiencia cubana”, con parte del personal creativo de los estudios Newmen Studio, LUMBERS Media Creators y Ninja Naranja Studio.
Entonces, especialistas hablaron acerca de la tecnología como facilitadora a la hora de participar, e incluso generar contenidos 360, así como del impacto de la Virtual Reality (VR) en la percepción humana de las cosas.
Asimismo, comentaron que además del factor tecnológico existen otros elementos a tener en cuenta cuando se trata de realidad virtual y aumentada: ubicación y estabilidad de la cámara, ausencia de la llamada cuarta pared, centro de atención de las escenas, duración de los planos y también el uso del sonido ambiosónico, es decir, ese que añade altura y profundidad.
Ahora, “la experimentación está en cada cual. El rango de posibilidades es muy amplio. Además no olvidemos que estamos ante una experiencia fisiológica que cada individuo siente diferente”, explicó Patricia Díaz, una de las panelistas.
Por otro lado, tenemos un debate ético en la actualidad en torno a estas experiencias inmersivas, una discusión en la que las grandes compañías que invierten dinero y recursos tienen un rol esencial, al igual que los consumidores, quienes, en ocasiones, se alejan de las salas de cine para quedarse en sus casas y ver una película.
“Hay que pensar individualmente y cambiar el modo de pensar el cine. La realidad virtual puede ser herramienta y producto a su vez”, concluyó Marcos Louitt, otro de los jóvenes panelistas.