NOTICIA
Una tragicomedia para reflexionar
El manual de la familia perfecta (2021), filme exhibido recientemente en Arte 7, nos traslada hasta Quebec, Canadá, donde una pareja lidia con las emergencias y expectativas que supone educar a dos hijos en medio de una sociedad regida por el éxito y la imagen en redes.
Lo consigue gracias a Louis Morissette, quien coescribe y protagoniza junto a Catherine Chabot y Émilie Bierre esta tragicomedia de Ricardo Trogi que nos invita a cuestionar el valor del éxito y la brillantez.
Dicha película traza estas cuestiones y muestra, con humor, lo complicado que es criar a niños y adolescentes para que estos rindan al extremo, una exigencia alimentada por progenitores que, queriendo darles lo mejor, terminan asfixiándolos.
Le guide de la famille parfaite (su título original) viene a ser una curiosa guía familiar, una historia simpática y poco común, pues más bien introduce lo cómico para hacer más llevadero el drama. Y es que, en el fondo, las vidas de las familias siempre están marcadas por lo dramático, en mayor o menor medida.
Cada vez vivimos más expuestos a la presión de alcanzar el éxito en todo lo que hacemos, lo cual no siempre es sano. Por eso, la chica de este filme (apenas una adolescente) ingiere alcohol y un montón de pastillas cuando suspende un examen de la escuela.
“A veces pienso que nuestros hijos, a fuerza de repetirles que son inteligentes y fantásticos… acabamos por creer que son realmente excepcionales”, afirma un padre durante la película.
Tampoco es lo mismo parecer brillante que serlo, sobre todo en las redes sociales, donde muchas veces las personas muestran una imagen que no es la verdadera, “engañando” a los demás y a ellos mismos.
Entonces, bajo una capa de humor, en El manual de la familia perfecta tenemos una interesante reflexión: exigirles tanto a los hijos puede llegar a ser perjudicial para ellos en el futuro.
Morissette (ayudado por Jean-François Léger y François Avard) presenta su postulado que es, cuanto menos eficaz, y un mensaje que cala rápido y hondo en el espectador. Además, como protagonista se muestra divertido, triste, romántico e irritable.
Todo esto sucede en esta historia que, aunque ficticia, refleja vivencias que no lo son. Y para otorgar más credibilidad a las mismas, Trogi se vale de Bierre, quien brilla manejando con entusiasmo diferentes registros y situaciones.
Por su parte, Chabot está magnífica en el rol de mamá del joven Xavier Lebel. Ella, toma decisiones basadas en lo que su entorno le dicta y sin confiar casi en su buen juicio, ni en las necesidades de su niño.
La banda sonora, también, se encuentra cargada de títulos contundentes, ya sea por su popularidad o por su fácil asociación con algún pasaje del filme en cuestión, uno que viene a mostrar la imagen ideal —si existe— de lo que es un núcleo familiar en la sociedad actual.