NOTICIA
Una mujer que hace cine cubano
“Hago cine cubano”, dice muy segura, esta mujer menuda y amable que, aunque es poco conocida en Cuba por su obra, tiene reconocimiento en el mundo cinematográfico de Estados Unidos por los estudios acerca de la afrodescendencia, reflejados con acierto en la documentalística.
El documental Diálogo con mi abuela, exhibido en la primera noche de la 29 edición de El Almacén de la Imagen, revela la profundidad del cine cubano, en el que la obra femenina es minoritaria y nos deja entrever la honda cultura y formación artística en la música, las artes plásticas y el conocimiento de la historia de Cuba.
Obra preñada de sutileza y de gracia, como el resto de sus documentales y series que abordan zonas difíciles y pasadas por alto en la historia del archipiélago, como las protestas de los Independientes de color en 1912, evento que terminó en una masacre horrible, deuda que tienen los libros de textos y que ella esclarece en el serial documental Voces para un silencio.
Obras de una audacia y un sentido nacional deslumbrantes, en la opinión de la intelectual camagüeyana Olga García Yero, a lo que añade que Gloria Rolando marca con esta triología una cima del cine cubano.
Fragmentos de Voces... y de Reembarque, documental sobre la emigración de Haití hacia Cuba, son compartidos con jóvenes creadores, para descubrir un rostro, una manera de hacer contundente y sencilla que va a la fibra emocional de los sucesos narrados.
A pesar de que en sus temáticas se refleja la vida de los afrodescendientes, se niega a que su obra sea etiquetada como cine de color, o cine afro, o cine negro, pues no es más que una vertiente sociológica de estudio, minimizada por otros, lo que lleva a la gran pantalla, con mucho esfuerzo por ser mujer en un ambiente donde hombres son mayoría y escasean aún los recursos.
El intelectual agramontino Luis Álvarez felicita y manifiesta su admiración por Gloria Rolando, quien ha sido capaz de permanecer con espíritu creativo y mostrar una obra de gran calidad.
Emocionada comenta cómo ha sido posible realizar algunos de sus audiovisuales en momentos en que el video y las nuevas tecnologías no se avizoraban por el horizonte, y la perseverancia y el deseo de hacer son sus más fieles argumentos para seguir.
Ahora se encuentra aún enfrascada en un documental que le ha llevado dos años de investigación y viajes hacia Baltimore en Maryland, Estados Unidos, para contar la historia de mujeres negras que desean dedicar su vida a la enseñanza y la oración a Dios.
Una profunda revelación le llega a Gloria Rolando desde sus ancestros, y la propia construcción de su vida, referentes que ha plasmado con acierto. Para la nueva entrega cuenta con el tema Flores negras, compuesto e interpretado por el popular cantautor Tony Ávila.
Esperemos esta nueva propuesta, con la seguridad de la coherencia y la frescura de la historia, de las precisas dosis de arte y cultura cubanas, porque eso es Gloria, como su obra, muy cubana, sin más etiquetas.