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Un viaje de proporciones épicas al rescate de la vida
El hecho de que casas productoras de diferentes países (Venezuela, Cuba y China) se aventuren a crear un filme animado con técnicas de animación 3D que sea divertido y, a la vez, posea una buena factura pudiera parecer una locura. Pero como de los cuerdos se ha dicho muy poco ALBATROS PRODUCCIONES C.A., los Estudios de Animación del ICAIC, Hangzhou Color Flow Animations Production Co. LTD. y Titanium Muffin C.A. se animaron –nunca mejor dicho– a contar la historia de Samuel y sus amigos con Misión H2O, un largometraje animado del que conversamos con su director, el venezolano Álvaro Cáceres.
¿Cómo fue el proceso productivo de Misión H2O?
La idea nació de la intención de Albatros Producciones y de los Estudios de Animación del ICAIC de producir un largometraje que fuese entretenido y tuviese calidad.
Nos apoyamos en Cuba pues aquí hay una tradición casi centenaria del dibujo animado y los Estudios de Animación del ICAIC tienen una gran trayectoria en la realización de todo tipo de audiovisuales animados. Uno de sus primeros grandes proyectos fue Meñique, un filme con técnicas de animación digital 3D, y el otro viene a ser Misión H2O. Esto supuso un reto, pues los estudios de animación tradicionales que trabajan con dibujos hechos sobre acetato o con técnicas de animación stop motion, tuvieron que transformarse, o sea, adaptarse tecnológicamente para superar la experiencia que habían tenido con Meñique.
Fue una gran aventura el trabajo conjunto entre los equipos de Venezuela y Cuba, al cual hacia el final de la película se sumó la productora china Hangzhou Color Flow Animations Production Co. LTD., para conjugar elementos culturales de Cuba, Venezuela y China.
Y el resultado es extraordinario, ya que se aprecia el crecimiento en cuanto a lo que son manejos tecnológicos, los cuales además se ven en pantalla. Porque tenemos una película hermosa que no tiene nada que envidiarle a ninguna gran producción de cualquier país del mundo.
¿Cuál es la trama?
Misión H2O transcurre en la ciudad de Buenaventura, un lugar de felicidad donde viven Samuel y sus amigos hasta que un día desaparece el agua y la vida corre peligro. Unos seres de aspecto extraterrestre son los sospechosos de este robo y los niños descubren que la malévola M (Laura de la Uz) y sus secuaces son quienes se llevaron el preciado líquido a Antares, un lugar desconocido para los infantes. Entonces la misión de Samuel y compañía será descubrir dónde está el agua para traerla de regreso a su hogar.
¿Qué mensaje quisieron transmitir?
Quisimos hacer una película sobre algo tan importante como la vida, acerca de la importancia de cuidar nuestros recursos naturales. Asimismo, la cinta va sobre amar al lugar donde vivimos, o sea, nuestra casa, ciudad, país y planeta.
¿Cómo ha sido el recorrido que ha tenido la película?
La cinta es de reciente estreno. Tuvo una excelente recepción por parte del público y la crítica en Venezuela y, próximamente, será exhibida en Cuba como un regalo para los más pequeños. Por eso más que hablar del camino internacional prefiero referirme al trayecto productivo del filme, donde participaron en la confección del guion Juan Padrón y Jorge Oliver, esos míticos realizadores cubanos que le otorgan un sello especial a todo cuanto hacen. A su vez, la dirección fue mía, la producción, fue de la venezolana Adriana Somoza y de los experimentados productores cubanos Esther Hirzel y Armando Alba, de los Estudios de Animación del ICAIC. Por su parte, la animación corrió a cargo de Omar Proenza, un extraordinario y talentoso joven.
¿Misión H2O es solo para niños?
No, la película la va a disfrutar desde un niño hasta un abuelo por lo emocionante y divertida que resulta la historia que cuenta, cuyo centro es el amor que se debe demostrar, con hechos y todos los días, hacia la madre naturaleza. El agua funciona, únicamente, como un motivo para hablar abordar esta cuestión cada vez más vital.
¿Qué espera de su participación en el 41 Festival de Cine de La Habana?
Para nosotros el participar del Festival de Cine de la Habana siempre ha sido un estímulo. Por ello, más allá de si obtenemos premios o no, el haber sido invitado a uno de los más importantes festivales cinematográficos a nivel mundial constituye una gran recompensa y esperamos poder venir sin falta.