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Un nuevo capítulo en la historia del cine cubano
El Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográfico (ICAIC) constituye el principal soporte del 15 Festival Internacional de Cine de Gibara, por lo que no podía faltar en la Villa Blanca de los Cangrejos su presidente, Ramón Samada Suárez, quien discutió este viernes 12 de julio asuntos que revolucionan al panorama audiovisual cubano de los últimos tiempos.
Durante el conversatorio: 60 aniversario del ICAIC, y para cerrar las citas con la prensa de FIC Gibara 2019, se efectuó esta charla desde la Casa de la Cultura gibareña, espacio que recibió también al viceministro de Cultura, Fernando Rojas, al presidente del Festival, Jorge Perugorría y al director de la revista Cine Cubano, Roberto Smith de Castro.
Un rápido resumen de la historia del ICAIC y del significado de sus 60 años de labor, fueron expuestos por Smith. “Una larga historia donde nunca se dejó de hacer cine, de hacer cultura, en la que el ICAIC no dejó nunca de ser el actor principal del cine cubano y uno de los fundamentales de la cultura cubana”.
Por su parte, Samada, al referirse a los desafíos que enfrenta actualmente el ICAIC, destacó la necesidad de incrementar la producción, recuperar las salas de cine y su público, y la protección y digitalización del patrimonio fílmico. Subrayó que este proceso se ha realizado y continuará adelante en permanente análisis con los creadores.
En tal sentido, el Presidente del ICAIC explicó el impacto cultural de las nuevas normativas jurídicas aprobadas para el cine, que comienzan con el Decreto-Ley 373/2019, que reconoce legalmente a los creadores audiovisuales como artistas independientes y a los colectivos de creación audiovisual, más conocidos como productoras independientes.
Las nuevas condiciones culturales, económicas y tecnológicas de nuestra sociedad, los nuevos instrumentos jurídicos abren sin dudas, un nuevo capítulo en el cine cubano, en el que será posible fomentar una amplia plataforma cultural con mayor capacidad para apoyar a los proyectos de los cineastas cubanos, en particular, con los que trabajan de forma independiente.
Samada explicó la alta responsabilidad con la que los cineastas y la institución han asumido la continuidad del ICAIC en esta nueva etapa del cine cubano. “El compromiso con nuestros 60 años de historia, con el legado de sus fundadores, nos obliga a continuar aportando a las ideas y a la cultura que fundaron y sostienen a nuestra nación”.
A su vez, Perugorría contó que desde su llegada al ICAIC en 1993 con Fresa y chocolate escuchaba que dicha institución no era lo que fue y desaparecería más tarde o más temprano, pero que hoy día seguía haciendo películas.
“Siempre me he sentido del ICAIC porque hago cine cubano”, apuntó Perugorría, quien aprovechó la oportunidad para declarar abierto el 16 Festival Internacional de Cine de Gibara, de 2020, y agradecer a la institución por los equipos que brindaron para proyectar en esta edición, en la cual se rompió record de asistencia del público a las salas.