NOTICIA
Trovador del tiempo
En la tarde de este lunes 6 de enero falleció en La Habana el realizador cubano Carlos E. León, después de batallar contra una penosa enfermedad.
Carlitos, como era conocido y admirado por sus compañeros del ICAIC, fue parte esencial del Movimiento de la Nueva Trova. Desde esta cofradía de amigos irradió la música y el arte cubano a parte de Latinoamérica y el mundo.
Realizó estudios de Historia del Arte en la Universidad de La Habana y de Ingeniería Industrial.
Guionista y director de los primeros espectáculos del Movimiento de la Nueva Trova (1975) en el Teatro Amadeo Roldán. Escribió para varias revistas cubanas entre las que se destacan La Gaceta de Cuba, Cine cubano y La Jiribilla. También participó en varios festivales de cine, con obras en concurso y en calidad de jurado.
Sus documentales se han exhibido en México, Suiza, Santo Domingo, Costa Rica, Alemania, España y Canadá, entre otros países.
Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de SIGNIS Cuba y de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
En los días del recién Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano presentó su libro Trovar el cine (Ediciones ICAIC, 2019), conjunto de entrevistas a realizadores, trovadores y artistas. Los que nos congregamos sabíamos que esta sería una de las últimas veces que lo veríamos, allí estaban muchos amigos y miembros de ese proyecto que le alegró sus últimos días.
El poeta Norberto Codina, en las palabras de presentación a este volumen, escribe: “Carlos ha sabido desarrollar varias de las virtudes imprescindibles para el buen encuestador, pienso que a veces de forma intuitiva más que consciente, basado en la amistad, afinidades, eventos familiares, figurando en los márgenes muchas veces, y otras en el epicentro de lo que se conversa, para establecer un intercambio muy orgánico, donde ambos dialogantes se sienten cómodos, que no quiere decir complacientes, modulando experiencias que, aunque no siempre compartidas, sí están metabolizadas en el devenir de las palabras cruzadas”.
Su aporte a la cultura cubana es invaluable y hoy lo despedimos con una canción, para que ese trovador siga estando muy cerca de nosotros.