Roble de olor vuelve en forma de libro

Roble de olor vuelve en forma de libro

Jue, 05/07/2015

El cine, con su magia de luces y sonidos, cautiva adeptos de todas las culturas desde que los hermanos Lumière tuvieron la brillante idea de crearlo (mudo, al principio). Pero otra manera de perpetuarse en la mente de los cinéfilos es cuando los filmes pasan al formato de libro. Este es el caso de Roble de olor (Editorial Letras Cubanas, 2014), selección de textos a cargo del Premio Nacional de Literatura, Reynaldo González.

El libro, que se presentará el próximo 14 de mayo en la Casa del Alba, tiene en sus cerca de 200 páginas un grupo de crónicas, entrevistas, ensayos y comentarios que vieron la luz a raíz del estreno de Roble olor (2003), ópera prima de Rigoberto López (Vuelos prohibidos, 2015).

Esta cinta fue producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y si no pudo verla en el momento de su estreno, le recomiendo que lea el texto recién publicado, pues tiene el gran valor de ubicarnos ante un hecho artístico y social.

Le digo esto porque Roble olor (2003) caló en el gusto popular, no solo por su factura estética, sino por el tema que toca: el racismo.

En entrevista concedida a la revista Opciones (octubre, 2003), López comentaba a la periodista Carmen Oria: “Es una apelación al respeto de las diferencias. Me propuse un discurso claramente antirracista y correr riesgos defendiendo las utopías del ser humano”.

El realizador declara en varios de los textos compilados que si bien el filme se ubica en la Cuba del siglo XIX, el racismo es un problema de estos tiempos, con lo cual la película dialoga con el presente de manera directa.

“Yo pienso que Roble de olor es una alegoría, una metáfora en estos tiempos (…) Tiempos que están signados por una globalización intolerante, por un irrespeto terrible a las diferencias y por la necesidad de ideas que inspiren la construcción de utopías. Por eso hice Roble de olor, creo que es una mirada al presente desde el pasado”, continúa López en Opciones.

El libro se estructura a partir de dos capítulos: Los primeros pasos de un filme, y Opiniones y análisis. Aparecen firmas reconocidas como los Premios Nacionales de Literatura Pablo Armando Fernández y Cesar López; así como el cineasta argentino Fernando Birri y el crítico Jorge Ruffinelli; y los periodistas cubanos Frank Padrón, Jorge Calderón, Ada Oramas y Rolando Pérez Betancourt.

“Hay ensayos verdaderamente enjundiosos acerca de la película”, comentó López a Cubacine, quien aclaró que esta es una reedición ampliada que hizo la Editorial Letras Cubanas a partir del original publicado hace unos años por la Cinemateca de Cuba, precursora del proyecto.

Los coleccionistas o interesados en la literatura dedicada al cine deben saber que existe otro libro dedicado a la cinta Roble de olor. Cuando la ópera prima compitió en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL) recibió un premio colateral de la subsede de Matanzas, que consistió en la impresión del guion del filme, firmado por el dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa y López. La tirada estuvo a cargo del sello Editorial Vigía.

“Estoy muy orgulloso de esta edición”, confesó López a nuestro Portal en su oficina de la Muestra Itinerante de Cine del Caribe.

Actualmente Ediciones ICAIC emprende la Colección Guion Cubano, a cargo del guionista Arturo Arango (Lista de espera, El cuerno de la abundancia). El primer título fue Aventuras de Juan Quin Quin. Guion de Julio García-Espinosa (2014). Según dio a conocer a Cubacine la especialista de Ediciones ICAIC, Miryorly García, en estos momentos se trabaja en el texto dedicado a Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, 1968). 

(7-13 / 05 / 2015)