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Retos de la producción cinematográfica cubana en tiempos de pandemia
Aún en plena crisis sanitaria, el cine y las producciones audiovisuales cubanas en general han dejado testimonio de lo mucho que nos hemos reinventado para vivir y enfrentar estos días inciertos que, probablemente, no olvidaremos nunca.
Algunas producidas por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), otras de manera independiente, la mayoría de las propuestas en este periodo de pandemia se ha enfocado precisamente en relatar historias de vida de cubanos,médicos, gente de barrio, profesionales de cualquier sector… porque a todos nos ha tocado enfrentar la COVID-19.
Sin dudas, queda mucho que contar y rodar, mucho que decir y descubrir. Las imágenes y los rostros, mascarillas mediante, esperan por toda la Isla, e incluso, fuera de ella.
Sobre estas deudas, los retos de la producción cinematográfica actual en medio de un contexto que reestructura los procesos creativos, el vínculo de realizadores independientes con el ICAIC y cómo ha sobrevivido el cine en tiempos de pandemia conversamos con Inti Herrera y Reymel Delgado, productores que impulsan el proyecto de creación independiente i4films, y Tania Delgado Fernández, vicepresidenta del ICAIC.
¿Cómo ha sobrevivido la producción audiovisual cubana a esta crisis sanitaria?
Inti Herrera: En tiempos de pandemia, no solo el cine, sino la cultura en general, ha sido unos de los sectores más golpeados. Es casi imposible hacernuestro trabajo.
En un momento determinado dijimos:“Vamos hacer lo que nosotros sabemos hacer”. Hicimos un material que se llamó Quererse de lejos, realizado en unas condiciones muy malas. Fue en el momento de más incertidumbre en cuanto a la enfermedad, incluso los científicos conocían muy poco. Los medios informativos bombardeaban sobre todo lo que estaba sucediendo en el mundo. Salir a la calle, tratar de filmar en casa de alguien y reunir a un equipo de filmación fue bien complicado. Creo que después de eso se ha organizado la producción de otra manera.
Reymel Delgado: Lo más importante que podemos sacar de esta situación es, quizá, tratar de desarrollar el sentido de adaptabilidad. Nos hemos adaptado a filmar con unos equipos mucho más reducidos de los que normalmente tenemos. Creamos una especie de protocolo sanitario para las filmaciones y nos podemos preciar de que en los rodajes en este último año, que no han sido pocos, por cierto, no ha habido una persona contagiada.
Nosotros sabemos que hay muchas cosas que no podemos hacer, porque entendemos que, aunque el arte es importante y debe primar dentro de una obra, tiene que ajustarse a estas condiciones, que van mucho más allá de nuestras ganas y esfuerzo.
Tania Delgado: Obviamente había que reajustar toda la programación, tanto desde el punto de vista productivo, como de exhibición, trabajos de diferentes índoles. En este contexto tuvimos que reinventarnos como muchos, no en Cuba, sino en el mundo entero. Debimos comenzar a pensar qué hacer en esas circunstancias y no quedarnos de brazos cruzados esperando a que terminara la pandemia.
Había una necesidad del sistema de la cultura y, sobre todo, por esa relación que tenemos con el público y con los cubanos en general. Debíamos trabajar en función de ellos y que de alguna manera llegaran mensajes y obras. Así decidimos comenzar la producción de varias series con formatos muy pequeños.
¿Cómo abordar desde la producción audiovisual cubana, independiente o no, esa realidadde un país que cambia, que intenta buscar alternativas para sostener la economía, en medio de una polarización del debate ciudadano que encuentra tribuna en redes sociales?
Inti Herrera: La realidad es muy polisémica y creo que siempre va sorprender a cualquier ficción. Por mucho que tú trates de ser lo más certero posible, casi siempre terminas siendo un poco tendencioso, según tu criterio.
No se pueden ver las cosas en blanco y negro. Lo más importante para mí a la hora de abordar la realizad cubana son sus peculiaridades, sobre todo, enfocar el ser humano. Ese es el sentido de todo, tratar de mostrar un ser humano dentro de sus complejidades, que son muchas. Según cada situación podemos actuar de una forma u otra, podemos ser un personaje más negativo o un personaje más positivo. En ese universo donde se complejiza todo es dónde me gusta meterme, para a partir de ahí hacer una construcción de la realidad.
Reymel Delgado: La manera de entender el cine sobre todo en estos tiempos se basa, a mi entender, en la honestidad. Creo que tenemos que hacer un cine honesto, abordes el tema que abordes, tengas el criterio como artista y como persona que tengas. No debemos estar cerrados a opiniones, puntos de vistas y matices diferentes, que en definitiva, conforman la realidad del universo en el que nos movemos.
¿Cómo valoran el vínculo de los creadores audiovisuales independientes con el ICAIC? ¿Cuánto ha ayudado el Fondo de Fomento del Cine Cubano en ese sentido?
Inti Herrera: No se puede hablar de un solo vínculo. Existen diferentes momentos en estos últimos 20años, en los que se empieza a hablar de una producción audiovisual más sistemática con la que las relaciones han sido muy dispares.Hay que hablar de la dirección actual del Instituto, que tiene una sensibilidad hacia la producción independiente. Empiezan a confluir, se generan obras que dentro de dos o tres años vamos a ver el resultado. Ha habido un momento ahora de sentarse a una misma mesa, de tratarse por igual, pero no siempre ha sido así.
Iniciamos un proceso de un largometraje (Unblocked. La gente del documental) desde el 2018 y nos agarra la primera convocatoria del Fondo de Fomento en la fase de posproducción. Fue un proyecto con el que aplicamos y obtuvimos un premio, una ayuda económica importante para poder concluir la película. Felizmente la terminamos en febrero.
Reymel Delgado: Yo veía el ICAIC como un mausoleo al que no se podía entrar, pero ya hay un acercamiento, ya uno se sienta a discutir un proyecto con la presidencia o con la oficina que atiende las producciones.
Lo del Fondo nos viene espectacular, no teníamos la posibilidad de financiar nuestro proyecto en otros mercados de coproducción, porque estaba la pandemia andando.
Tania Delgado: Concretamente, al Fondo se presentaron alrededor de 128 proyectos, de ellos, 46 se beneficiaron. Las modalidades que se abrieron el año pasado fueron escritura de guion, desarrollo y posproducción de largometrajes, respectivamente, en la primera convocatoria; en la segunda, producción de cortometrajes, producción de largometrajes y ópera prima. Lo importante es que el Fondo es una inyección que necesitaba el cine en nuestro país y viene a cumplir un viejo sueño de los realizadores. Creemos que los resultados han sido muy positivos.
¿Qué opinan sobre el panorama cinematográfico actual, enfocado, sobre todo, en lo que hacen los más jóvenes?¿Es transgresor, provocador, útil, necesario?
Inti Herrera: La utilidad de eso está en la famosa frase de Julio García Espinosa que dice que un país sin imágenes no existe. Hoy el mundo es audiovisual, de hecho, ahora estamos pecando de exceso de audiovisuales, pero a la misma vez, cuando no tienes una imagen nacional, es un país que no existe. En ese sentido,creo que hay un patrimonio importante que rescatar y un ejercicio muy importante que hacer con los realizadores jóvenes. Ellos deben poner la impronta de su época.
Trabajar es lo más importante. El enfoque es tratar de ser sistemático, ser lo más reflexivo posiblee intentar contar la historias que seamos capaces de contar.
Reymel Delgado: Siento que está teniendo una mejor salud porque hay mucha gente con proyectos bajo el brazo, nosotros hemos tenidos acceso a ellos, de alguna manera. Hay como un buen espíritu en ese sentido.
Tania Delgado: Estamos en vías de una redimensión del audiovisual cubano. Es válido tratar todos los temas que inquietan a los artistas, pero creo también en el respeto del tratamiento de esos temas. Lo que debe primar sobre todas las cosas es la calidad artística, la calidad estética. Sencillamente eso, en términos creación, salva todo lo demás. El mayor reto es no pararnos, continuar nuestra producción audiovisual de la mejor manera, de una manera segura, con una vida productiva y que después pueda verse en las pantallas de los cines. ¿Cómo veo el futuro del cine? Esperanzador, esa es la palabra.