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Premios Goya 2021: “Las niñas” y “Adú” se repartieron los principales
La edición número 35 de los premios del cine español, más conocidos como los Goya, favoreció a Las niñas en las categorías de mejor película, dirección novel (Pilar Palomero), mejor guion original (escrito por la directora) y mejor dirección de fotografía, a cargo de la boliviana Daniela Cajías, egresada en esa especialidad de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
El triunfo de Las niñas subrayó la emergencia de las realizadoras, pues también alcanzaron el remarque que significan las postulaciones los filmes dirigidos por las consagradas Isabel Coixet e Icíar Bollaín, con las respectivas Nieva en Benidorm y La boda de Rosa, esta última con ocho nominaciones y dos premios otorgados a la mejor actriz de reparto (Nathalie Poza) y a la canción original (Que no, que no, de María Rozalén). En la categoría de mejor documental de largometraje también fue nominada Nuria Giménez Lorang por My Mexican Bretzel, que finalmente perdió el premio ante Luis López Carrasco por El año del descubrimiento, que también ganó el Goya al mejor montaje.
A pesar de que Las niñas contaba con nueve impresionantes nominaciones, parecía que nada podría evitar el triunfo total de Adú, de Salvador Calvo, que contaba con 16 candidaturas y fue una de las pocas producciones estrenadas con normalidad, antes del desate de la pandemia, de modo que el favoritismo tal vez se inclinaría por aquel filme perteneciente a un tiempo cercano y feliz, sin aislamientos ni COVID-19. De todos modos, la preferencia de los académicos por Adú se tradujo nada menos que a cuatro poderosos premios Goya: mejor dirección, producción, sonido y actor revelación, este último para Adam Nourou.
Y si bien se considera material de titulares el triunfo de Las niñas al lado, o por encima, de Adú, también impresionó la manera en que se abrieron paso hasta el podio dos películas cuyas nominaciones ya resultaban bastante sorpresivas: Ane y Sentimental, dirigidas, respectivamente, por el también novel David Pérez Sañudo y el ya consagrado Cesc Gay. La primera de las mencionadas alcanzó cuatro premios: mejor actriz protagónica (Patricia López Arnaiz), guion adaptado (a cargo del director junto con Marina Parés) y actriz revelación (Jone Laspiur).
En tanto, Sentimental alcanzó solamente el Goya que se otorga al mejor actor de reparto, a manos de Alberto San Juan, que ha trabajado en teatro, televisión y cine, sobre todo en filmes tan conocidos como Una pistola en cada mano, Mientras duermes y Los dos lados de la cama. San Juan ganó en competencia con auténticos astros del histrionismo hispano como Sergi López por La boda de Rosa, y Juan Diego Botto por Los europeos. También hubo sorpresa en el apartado de los actores protagonistas. El ganador fue Mario Casas, por No matarás, y así quedaron al campo competidores de mayor y probado prestigio como Javier Cámara por Sentimental y Ernesto Alterio (Un mundo normal).
Por otra parte, la producción de época Akelarre, del argentino Pablo Agüero, remontó espectacularmente la exclusión inicial de las dos selecciones principales, las de mejor filme y director, y compensó el déficit con nueve nominaciones. En el momento preciso, el de la entrega de premios, ganó nada menos que cinco estatuillas por mejor música original, efectos especiales, dirección de arte, maquillaje-peluquería y vestuario.
Hablando de grandes histriones, el Goya de Honor fue entregado a una de las mejores actrices que ha dado España, Ángela Molina, quien fue nominada, sin suerte, por lo menos, en cinco ocasiones anteriores, de modo que el galardón honorario se considera acto de justicia poética, en tanto el informe de la Academia describe “la trayectoria excepcional de esta compañera tan querida por todos por su autenticidad, su talento indiscutible y su especial sensibilidad”.
Descendiente de una familia de artistas y avalada por una filmografía que incluye títulos de Luis Buñuel, Manuel Gutiérrez Aragón, Lina Wertmuller y Alain Tanner, la Molina se mereció antes el Goya, y cualquier otro premio, gracias a sus actuaciones en La mitad del cielo (1986), Luces y sombras (1988), Las cosas del querer (1989), Esquilache (1989), Mal de amores (1993), Carne trémula (1997) y Blancanieves (2012).
Entre los mejores filmes europeos vistos en España ganó el dramatismo de marca de Anthony Hopkins por El padre, de Florian Zeller (Reino Unido), que se impuso a El oficial y el espía, de Roman Polanski (Francia-Italia); Corpus Christi, de Jan Komasa (Polonia); y Falling, de Viggo Mortensen, coproducción entre Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
El Goya a mejor película iberoamericana se otorgó a la colombiana El olvido que seremos, que dirigió el español Fernando Trueba, de modo que también se quedó en casa el premio concebido para reconocer el talento extranjero. Estaban nominadas la chilena El agente topo (Maite Alberdi); la guatemalteca La llorona (Jayro Bustamante) y la mexicana Yo no estoy aquí, de Fernando Frías.
La gala de entrega de los Premios Goya se celebró este sábado 6 de marzo en su formato virtual, pues el coronavirus obligó a la ausencia de público en la gala y a que la mayoría de los nominados se hiciera presente a través de la web. Los premios fueron animados por el actor Antonio Banderas y la presentadora María Casado, y la gala ocurrió en el Teatro del Soho CaixaBank, de Málaga.
(Foto tomada de revista Fotogramas)