Pablo Ramos

Pablo Ramos: el defensor de los derechos audiovisuales de la niñez

Mar, 08/10/2021

Este 8 de agosto, Pablo Ramos Rivero, Pablito, cumpliría 70 años de edad. Me lo imagino en su oficina de la Casa del Festival recibiendo las felicitaciones de todas partes del mundo y contestándolas con agradecimiento y una buena carga de ese humor tan especial que poseía, el cual no era completamente disfrutable si no se le miraba a la cara para ver su mirada socarrona, complementada con su barba de gnomo y su pipa.

Tuve el gusto de conocerlo cuando todavía tenía su oficina (si así podía llamarse) en el Centro de Información del ICAIC, cuando ese departamento radicaba en lo que es hoy el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate, lugar visitado por mí con cierta frecuencia durante la segunda mitad de los ochenta, periodo en que comenzaba a escribir mis primeras reseñas cinematográficas.

Eran los años iniciales de su gran proyecto: el Universo Audiovisual del Niño Latinoamericano (todavía no se utilizaba el lenguaje inclusivo), una misión que acogió con una mirada hacia el futuro que muchas personas no creyeron hasta que él mismo fue demostrando su utilidad investigativa, comunicacional y, sobre todo, integracionista.

En 1986, cuando ocurrió la primera reunión en La Habana de un grupo de investigadores de apenas cuatro países, incluida Cuba, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano llegaba a su séptima edición y había alcanzado una repercusión muy importante en el continente, por lo cual era un espacio idóneo para las ideas de ir nucleando a personas interesadas en los temas de la comunicación, la enseñanza audiovisual, el consumo, la producción de obras destinadas a y las creadas para y por la infancia.

Sin embargo, ese año solo marcaba el inicio, que vino a concretarse en 1989, cuando se realizó el Primer Encuentro1.

Su labor perseverante de promotor vino aparejada con una obra investigativa que fue apareciendo en la revista Cine cubano y otras publicaciones nacionales y extranjeras, así como el aprovechamiento de su condición de profesor en la Facultad de Psicología, donde fue interesando a sus estudiantes sobre los temas relacionados con suspropósitos.

Eileen Sanabria, actual coordinadora de la Red del Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana y Caribeña (Red UNIAL), así como de la Plataforma Latinoamericana y Caribeña del Universo Audiovisual de la Niñez y la Adolescencia, persona que trabajó durante mucho tiempo con Pablo Ramos, señala tres vertientes muy interesantes en su labor:

La primera, su influencia martiana, manifestada ―en un nivel inicial― en la atención cultural a los niños y las niñas, en propiciar la posibilidad de ser escuchados en sus necesidades y, por ende, tener una voz propia creativa.

En un segundo grado (y no menos importante), el sentido integracionista del proyecto que estaba acometiendo no era identificar simplemente las necesidades de la infancia cubana, sino sumarla a un contexto mayor, para buscar similitudes y diferencias y trazar caminos, puentes comunes hacia el futuro desde dentro y más allá del continente.

La segunda vertiente lo llevaba al reconocimiento de la influencia de Paulo Freire y la educación popular, en especial, que los niños y las niñas tuvieran una participación real en lo que se hacía, dentro de un proceso educomunicacional nada rígido.

Y, por último, su apropiación de todo el pensamiento educacional y comunicacional que se estaba gestando en América Latina. Pero ―como bien señala Eileen Sanabria― no es solo conocer, divulgar, emplear lo mejor de esas corrientes en el campo investigativo, sino llevarlas a proyectos, acciones concretas, comunes, porque Pablo se percató de cierto divorcio que se estaba produciendo entre las diferentes corrientes teóricas, así como la necesidad en las propias actividades prácticas de nutrirlas con aquel pensamiento2.

Este corpus de acción-teoría fue creciendo dentro de su obra en la medida en que el proyecto era reconocido en todo el continente y Europa. Por tal motivo, podemos leer, en cualquiera de sus currículos, la presencia de Pablito como docente en centros superiores, como la Universidad Centroamericana (Nicaragua),las universidades de Carabobo, Nacional Experimental Simón Rodríguez, Experimental Antonio José de Sucre, Universidad de Los Andes y de Zulia (Venezuela), la Universidad de Sevilla (España), la Universidad Autónoma de Guerrero, Universidad de Tijuana y Universidad del Valle de Orizaba(México),Diego Portales (Chile) o la Universidad Surcolombiana (Colombia).

En 1998 trabajamos juntos en la idea de convertir el Universo Audiovisual del Niño Latinoamericano en una cátedra honorífica de la Universidad de La Habana. El proyecto no prosperó, pero sí conseguimos que ese año quedara inaugurado el encuentro en el Aula Magna y que se le otorgara el sello conmemorativo Valdés Rodríguez. Después, otras universidades, como la de Tijuana, México, le brindaron la necesaria cobertura académica.

El sello obtenido en la Universidad de La Habana se unió a los otros muchos entregados por parte de organizaciones y festivales internacionales implicados en la educación audiovisual de la infancia y la adolescencia. Vale destacar la Unicef, el Festival Kolibrí (Bolivia), el Festival Festicortos (Argentina), el Festival La Matatena (México) y el Consejo Nacional de Televisión (Chile), por solo mencionar los del continente.

Pero uno de los más importantes ya lo había recibido en 1993, cuando la 27.a Conferencia General de la Unesco valoró a la Red UNIAL―constituida ese año― como un proyecto de alfabetización y educación para la comunicación, fundamentado en el respeto a la creatividad y la expresividad de la niñez y su identificación con valores que le son propios.

A pesar de los éxitos y reconocimientos, Pablito nunca descansó “en un lecho de rosas”, cada año nutría su proyecto con nuevas ideas acordes con los tiempos y la evolución del ecosistema mediático.

A los encuentros de amigos con intereses comunes que fueron los primeros universos audiovisuales, se fueron agregando talleres teóricos y prácticos dirigidos a las personas interesadas en mejorar o simplemente comenzar el trabajo de esa línea de educación para la infancia, hasta convertirse, en 2007, en un amplio conjunto de actividades integradas al Foro Internacional La Niñez y su Universo Audiovisual.

Agréguese a lo anterior que, cada diciembre, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano tenía un espacio dedicado a proyectar cine para las niñas y los niños, provenientes de diferentes países o eventos.

El fallecimiento inesperado de Pablo Ramos el 25 de mayo de 2013 en Mérida, Venezuela, país que visitaba con mucha frecuencia en ese peregrinar por aunar voluntades y llevar a cabo nuevas ideas educativas, conmocionó a todas las personas que laboraban por la enseñanza audiovisual en todo el orbe.

Por supuesto, allí no pasó inadvertida su muerte y varios académicos y funcionarios relacionados con la cinematografía venezolana dieron su opinión sobre su obra para así unirse al coro mundial que lamentaba su partida física.

Cierro este recordatorio al amigo, al investigador y promotor incansable, al defensor de los derechos audiovisuales de la niñez, con la opinión de Noel Padilla-Fernández, doctor en Artes y Culturas del Sur, profesor-investigador asociado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR) y de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE) en Venezuela:

“El legado de Ramos es hoy en el mundo un referente obligado en el campo de la comunicación. Es decir, cualquiera que trabaje, investigue, hurgue en el campo de la edu-comunicación, tendrá que obligatoriamente reverenciarse en los trabajos de Pablo Ramos”3.

 

Notas y referencias bibliográficas:

1 La secuencia de cómo se fue gestando el Encuentro Audiovisual del Niño Latinoamericano es contada por Pablo Ramos, primero, en el artículo “Encuentro cercano al Universo audiovisual del niño”, publicado en la revista Cine cubano nro. 130 de 1989, pp. 40-42. Después, con más detalles, apareció en el trabajo “Seminarios, semilleros”, incluido en el libro El audiovisual y la niñez (Ediciones ICAIC, 2008), del que él junto a Aylin Torres fueron compiladores. Debo decir que en ambos textos hay incongruencias con las fechas y las ediciones de festivales que acogieron este proyecto.

2 Las opiniones de Eileen Sanabria fueros extraídas de los videos “Pilares de la obra de Pablo Ramos”, “Contribución del pensamiento de Pablo Ramos en Latinoamérica y Caribe”, incluidos en Los pensadores. Pablo Ramos Rivero. Red EDUCOM. Recuperado dehttps://www.rededucom.org/los-pensadores/-8203-pablo-ramos-rivero-es.htm

3 S/A. (27 de mayo de 2013). Latinoamérica despide al defensor de los derechos de la niñez: Pablo Ramos. Noticias. Sitio de la Embajada de la República de Cuba en la República Bolivariana de Venezuela. Recuperado de http://www.embajadacuba.com.ve/noticias/latinoamerica-despide-al-defensor-de-los-derechos-de-la-ninez-pablo-ramos/