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Los límites de lo humano, según John Ajvide Lindqvist
Tina se ha sentido fea toda su vida, pero su rostro poco común no es lo único que la distingue: entre otras cosas, atrae los rayos durante las tormentas, posee una desarrollada capacidad para detectar olores y tiene una cicatriz en la base de la espalda, cuyo origen desconoce. Tina no es exactamente humana, pero no lo sabe hasta que se encuentra con alguien parecido a ella que le revela su verdadera naturaleza.
Segunda película del cineasta iraní, radicado en Dinamarca, Ali Abbasi, y ganadora en 2018 de la sección de Cannes Un Certain Regard, Border está basada en el relato homónimo del escritor sueco John Ajvide Lindqvist, cuyas novelas se ubican a medio camino entre el terror y el absurdo, en narraciones de corte realista con sutiles desviaciones hacia lo fantástico. Sutiles, porque Lindqvist utiliza en sus libros lo irreal como pretexto, como alegoría, o como estrategia indirecta, y también poética, para hablar de realidades que no tienen nada de fantasiosas. Tina es un pretexto, al igual que lo fue Eli, la dulce niña vampira de Déjame entrar, película que le dio prestigio internacional al director sueco Tomas Alfredson y que se basó en la primera novela de Lindqvist, quien participó en la escritura de ambas adaptaciones.
En aquel filme, la protagonista se alimentaba de la sangre de las personas, pero odiaba hacerles daño, lo que la ponía en una situación contradictoria. Era vampira, contra eso no podía hacer nada, pero elegía serlo lo menos posible, por piedad. No obstante, y sin quererlo, dejaba a su paso un rastro de muerte, que en la película se le atribuye a un posible asesino en serie.
En sus relatos, partiendo de sucesos sin explicación racional aparente, Lindqvist juega constantemente a provocar esa clase de falsas interpretaciones con sus personajes ambiguos. Así, un acto de violencia, que respondería a la actitud agresiva natural de un vampiro, esconde en su interior un gesto de odio a la violencia. Dicho de otra forma, el autor coloca los móviles de sus personajes en una zona limítrofe en la que pueden ser interpretados lo mismo de una manera que de la contraria.
Border es, de ahí su título, un complejo conjunto de límites dudosos que dan las coordenadas en que se mueve la vida de la protagonista, quien, para empezar, trabaja en una aduana fronteriza de ferris donde controla, gracias a sus dotes olfativas, el paso de productos prohibidos entre dos países. Humana o animal, real o fantástica, civilizada o salvaje, racional o instintiva, mujer u hombre, Tina puede ser en principio una cosa u otra, e incluso todas a la vez. El objetivo de este sinuoso relato es testificar los rumbos que va tomando este personaje de frontera, según va detectando los límites sobre los que habita.
La primera interpretación equívoca a la que puede conducir la historia es que se trata de una apología del diferente, aquí encarnado por Tina. Pero el objetivo de la película es más complejo. Para el filme, la justicia no está necesariamente del lado del diferente, como un privilegio, de la misma forma que la razón puede no estar del lado del pobre o la bondad del lado del salvaje.
Lo que Tina busca no es una apología, sino definir un rumbo que ha perdido, reconstruirse una identidad y una posición moral que han caído en crisis desde que se encontró con alguien como ella. La confrontación moral de ambos personajes de apariencia similar es el criterio que redefine sus identidades, como acontece con todas las criaturas de la obra de Lindqvist, ya sean vampiros, troles o muertos vivientes, e incluso seres humanos. Para Lindqvist, lo humano no es una condición que nos es dada por nacimiento, sino una elección ética que hacemos durante nuestras vidas, más allá de lo que seamos, en realidad o en apariencia.
La adaptación de Abbasi consigue interpretar el universo literario de Lindqvist moviéndose con soltura en los límites de expresiones genéricas de drama, suspenso, romance, thriller, terror o fantasía, y construyendo una puesta en escena muy sugerente que busca reproducir visualmente las experiencias sensoriales y el mundo interior de sus extraños personajes.
(Tomado del periódico Cartelera Cine y Video, nro. 171)