NOTICIA
Historias de vida entre las paredes del ICAIC
En el espacio Historias de vida llevado a cabo en la sala Héctor García Mesa del ICAIC, se estableció un conversatorio, marcado por las voces de algunos de sus fundadores, sobre la forma en que se efectuaba la distribución y la programación cinematográfica para los cines capitalinos y provinciales, y en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Dicho encuentro forma parte de una actividad colateral dedicada a la rememoración de momentos claves en la historia del Instituto, desde las voces de quienes la vivieron, cita que forma parte de la Fiesta por el cine cubano y tiene lugar a las 3:00pm.
El panel lo conformó Francisco Cordero, Benigno Iglesias y Ellieovet Castellanos, con la moderación del crítico de cine Carlos Galiano. La mesa sirvió para hablar sobre las especialidades de cada miembro y su trabajo como técnicos formados en la organización cinematográfica, o, como comenta Iglesias: "... los jóvenes creados entre las paredes del ICAIC".
La programación era realizada mediante un sistema de visionaje en la que se comprobaban los contenidos políticos, argumentales y simbólicos, con el objetivo de hacer una selección de calidad para su proyección al gran público, siempre pensando en este como el elemento principal de toda muestra cultural.
Cada área en la organización se complementaban. Los departamentos eran proactivos a las situaciones en busca de mantener un ambiente con cero índice de procrastinación en el que el cine estuviera en un constante proceso de producción, teniendo en cuenta la salida que tuviera.
Castellanos afirma que fue una etapa prolija a pesar de todos los contratiempos, haciendo hincapié sobre su labor en el Laboratorio Digital y el Archivo Fílmico, en la que se procuraba la protección y conservación de los materiales audiovisuales que se desarrollaban.
En su intervención relata la creación de varias instituciones que fomentaron la correcta articulación del ICAIC con sus dependencias en pro de mejorar la técnica, la inversión y la distribución de cine a nivel nacional e internacional. Como parte de la operabilidad de estas inversiones se vieron perfeccionados el foro de Cubanacán, el edificio de Estudios de Animación ICAIC y, fundamentalmente, el patrimonio audiovisual cinematográfico del país.
A partir de esta labor se han llevado a procesos de conservación más de 6000 títulos audiovisuales aportados entre el ICAIC, los Estudios de Animación y otras organizaciones del país. Dicha tarea se ha visto complejizada por la rotura de los medios o las inclemencias del clima tropical. Cordero comenta que: "En la actualidad una alternativa para preservar los materiales, con el principio básico de conferirles acceso, es la vía digital... la cual es una posibilidad más segura".
El director de Patrimonio Audiovisual del ICAIC ofrece una mirada al futuro al generar un panorama sobre la vuelta a la filmación de películas en 35 milímetros para lograr salvar lo producido.
Por su parte, el ICAIC ha establecido contactos necesarios para restaurar el patrimonio cultural de la institución, a este proceso se incorporan los carteles de cine y las colecciones de artistas, con la búsqueda de que el Archivo Fílmico pueda asimilar los materiales y acogerlos como selección patrimonial dado a su importancia.
Las anécdotas fueron una muestra de armonía. El entusiasmo por ver crecer al ICAIC, por hacer cine ".... en aquellos tiempos, que no sé si serán iguales al de ahora" según menciona Cordero, fue protagonista entre cada experiencia relatada por los ponentes. En ellas el diálogo formaba parte de la cotidianidad con tal de establecer una relación íntima entre áreas para no perjudicar ningún proceso de producción, programación, distribución o patrimonio.