Farándula

Farándula: 73 minutos para gozar agosto

Jue, 08/08/2024

Para el mes más càlido del año se anuncia el estreno en salas de la versiòn cinematogràfica de Farándula, que conjuga tres conceptos a los cuales el cine cubano, en general, siempre le ha tenido miedo o desdén, porque se trata de una pelìcula sexy, liviana, y glamorosa, entretenida, simpática y alegre, sobre todo eso, muy alegre. Largo fue el recorrido de la comedia ópera prima del actor, productor y director de teatro Jazz Vilá, antes de llegar a las salas de estreno cubanas: tuvo su premiere en el Chaplin hace unos meses, y luego fue elegida para clausurar el Havana Film Festival in New York, se presentò en el Ventana Sur de Argentina, en el Festival de Morelia, en Mèxico, y también tuvo su premiere en el Festival de cine iberoamericano de Miami, la ciudad donde fue rodada íntegramente.

Y si el recorrido del filme ya es internacional, aunque quizás, a lo peor, algunos especialistas, dentro y fuera de Cuba, adopten el prejuicio de que esto no es cine cubano, porque tal vez desde una mirada superficial no lo parezca, también es multicultural el elenco: el actor y cantante cubano Sian Chiong (recordado entre las admiradoras de Los Àngeles), el español Mike Fajardola veterana actriz venezolana Scarlet Ortiz, la cubana Alina Robert, con actuaciones especiales del propio Jazz Vilá, Ailìn Mujica, del cantante de música urbana El Chacal, la uruguaya Nadia Rowinsky, y la puertorriqueña Noris Joffre, entre otros.

Muy reconocido por el público cubano gracias a un puñado de exitosísimas obras de teatro (Farándula, Rascacielos) que lograron llenos totales en una y otra temporada, y en la siguiente, y en la del año pasado y antepasado, Jazz Vilá tuvo además papeles importantes en dos pelìculas definitivas para el cine cubano de los años 2010s: Juan de los Muertos y El acompañante. Ahora, el incansable creador logró llevar a la pantalla grande, en 73 minutos, un guion escrito por èl mismo, en colaboraciòn con Jorge Luis Sànchez Noya y Tony Cortès.

Nada he dicho del argumento. Allá va: el personaje principal es un fotógrafo gay que intenta disipar las dudas sobre su amante indocumentado, y presa de su atormentamiento inventa una exposición secreta, financiada por su mejor amiga, una prestigiosa doctora en lucha contra una fuerte adicción. La noche de la inauguración se aparece una desconocida que expone la intrincada tama de sexo, tràfico y mentiras.

Decía antes que se trata de una comedia de enredos que no solo habla de sexo, mentiras, tráficos y adicciones de difrentes tipos, sino también de homosexualidad, u tema que se inscribe con toda naturalidad entre los otros asuntos que la pelìcula dirime. Porque Faràndula hace parte de las más recientes tendencias del cine con personaje LGBTQ, que presenta con toda sinceridad y llaneza esa inclinación sexual, sin la aureola de malditismo y tragedia elegido por la mayor parte de los directores decididos a abordar el tema en los años ochenta, noventa y principios de los 2000.

Faràndula, al igual que Juan de los Muertos, con el personaje de La China, que “casualmente” interpretaba Jazz Vilá, se permite más de una broma paródica, satírica respecto a los personajes homosexuales, y así contribuye a legitimar y redondear el tratamiento de esa temàtica, sobre todo en el cine cubano, dentro de una tradición en la cual se inscribe el filme decididamente, pues fue en la Isla donde se originò la historia, y entre norotros fue que la obra de teatro tuvo su primera audiencia. Ahora regresa de vuelta, convertida en una pelìcula de matices malticulturales pero de cubanìsima esencia.

Todos los aficionados al cine y al teatro, y a la comedia, y a la burla de los arquetipos, y al cine hecho entre las dos orillas de la cubanidad, tienen una cita con Jazz Vilá y su Farándula, una pelìcula de apariencia frìvola, pero antes de colgarle la etiqueta vale recordar que bajo el celofán exterior palpita más de una verdad sobre quiénes somos los cubanos de adentro y de afuera.