En el CCC Fresa y Chocolate, durante el conversatorio. Foto del autor

“Estoy a favor de la pluralidad en el cine”

Mar, 04/09/2019

En tiempos donde pareciese que el cine mexicano se reduce a Iñárritu, Cuarón y del Toro, llegó a La Habana un realizador que apuesta por otro tipo de filmes, donde se realza desde el humor, pero con seriedad, la historia de México, un país aún en construcción. Se trata de Alonso Ruizpalacios, un versátil cineasta cuya formación teatral y televisiva le llevo al séptimo arte, según él, “un medio de directores, más puro y libre”.

“Mi educación cinematográfica me la procure yo, aprendiendo sobre la marcha, por lo que no me considero un cineasta propiamente”, explicó Ruizpalacios.

No obstante, “disfruto mucho trabajar con actores y me gusta mezclar las cosas”. Muestra de ellos dos de sus más recientes trabajos: Güeros y Museo, obras que no se parecen demasiado más allá de la búsqueda de lo simbólico que se percibe en ambas.

Museo, exhibida durante la Muestra, vino a Alonso a través de un amigo que le contó la historia y este la reescribió para regalarnos una película que cuenta su versión de un famoso, y real, robo sin policías de por medio. El filme nos habla sobre el “robo del siglo” en México, es decir, cómo dos estudiantes universitarios robaron un tesoro arqueológico del Museo Nacional de Antropología hace algunos años ya.

Con la cinta se refleja la ineptitud del sistema de justicia mexicano, con sus males y menos aciertos, y sin verdades absolutas sino desde las contradicciones, las mismas que nos hacen humanos.

“Si algo te inquieta ahí está el camino”, apuntó. Eso sí, “cuando te enfrentas a una historia real tienes muchos compromisos con lo ocurrido”, añadió no sin antes reconocer que uno de los grandes problemas del cine mexicano actual es que ha perdido la confianza de su público, ese que décadas atrás confiaba con los ojos cerrados en las producciones aztecas.

“Estoy a favor de la pluralidad en el cine. De hecho, una fortaleza es que existan hoy distintas expresiones cinematográficas”, dijo.

“Hay que estar cada vez más en contacto con lo que nos mueve, el director debe perseguir sus inquietudes, no resolverlas antes de filmar”, comentó.

Y es que ver nuestra identidad en nuestras películas es importantísimo, así como, en mi caso, darles voz a los jóvenes porque “me conmueve la juventud y me sigo identificando con el ímpetu y la falta de certezas”, concluyó Ruizpalacios, quien se encuentra inmerso en varios proyectos que seguro no dejaran a nadie indiferente.