“Esta película lleva años desarrollándose sin yo tener conciencia de esto”

Carla Valdés León nació en Villa Clara y reside desde hace años en La Habana, donde se encuentra inmersa —a pesar de la pandemia de COVID-19— en la realización de varias películas que prometen una mirada realista y, sobre todo, sensible.

En esta ocasión Cubacine dialogó con la joven realizadora sobre su proyecto Ante el camino, largometraje documental ganador de la primera convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano (FFCC) en la modalidad de “Escritura de guion de proyectos de largometrajes de ficción, documental y animación”.

El mismo constituye un intento de la también graduada de la especialidad de Dirección de la FAMCA por acortar las distancias del tiempo y ayudar a sus padres a hallarse a sí mismos en el lugar donde se olvidaron.

Un deseo familiar y personal

“Esta película lleva años desarrollándose sin yo tener conciencia de esto. Cada sobremesa, foto o diapositiva compartida con mis padres y sus amigos me permitía ver las escenas, inconexas en un principio”, confesó la realizadora.

“Y es que cuando en 2018 se reencontraron en Varadero yo sabía que debía llevar la cámara para registrar eso que intuía era una historia para ser contada por mí. Entonces, de ese registro torpe, sin guion previo y atravesado por la emoción de ser parte salió Los puros (2019), un primer relato de su historia, una prueba con la cámara de cuánto y cómo están dispuestos a entregarme, a entregarnos”.

“De ahí, además, nació la idea de volver a Minsk (capital de Bielorrusia), de construir una historia más larga que hilvanara sus recuerdos y mi entendimiento o imaginación sobre ese pasado. Así, los acompañé en ese viaje de regreso y retrocedí con ellos a su juventud”.

“Esto, en resumen, es Ante el camino, ese deseo familiar y personal que atraviesa sin darse cuenta las memorias de una generación transnacional, marcada por la experiencia común de la ya extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)”, apuntó.

Escribir para avanzar

“Ahora mismo estoy en el proceso de escritura de la carpeta del proyecto y del argumento del largo, para lo cual fue concedido el financiamiento del Fondo. Escribo tales documentos para echar a andar la película y poder hacerla posible”, comentó Valdés.

“Reviso fotos viejas que tenemos en casa, recopilo materiales de nuestras amistades, trabajo con los recuerdos de mis padres, viajo a la URSS, a Minsk en particular, a través de Google Maps, para ver qué ha sido del albergue de estudiantes, de la cafetería universitaria, de esa ciudad”, explicó.

“Todo ello funciona como materia prima para la escritura. Y, a la vez, sigo buscando asesorías, otros espacios de formación, etc.”.

“Contar con el apoyo del FFCC me permite hacer todo este trabajo, que es la arrancada de un proyecto ambicioso y ¡muy soñado!”.

(Foto tomada del perfil de Facebook de la entrevistada)