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“El director de un filme es intelecto, el actor, sentimiento”
De entre tres mil aspirantes, fue uno de los dos seleccionados para estudiar en el Actors Studio de New York con poco más de 20 años, en donde tuvo como compañera de clase a Marilyn Monroe; más tarde, en Italia, trabajó con directores de la talla de Luchino Visconti, Michelangelo Antonioni y Bernardo Bertolucci; luego, en Estados Unidos, integraría elencos con Orson Welles, Robert Redford, Kevin Costner, Anthony Hopkins, Charlize Theron, Tommy Lee Jones, Gary Oldman, Morgan Freeman, Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones y otros grandes del séptimo arte…
Sin dudas, Tomás Milián es uno de los más exitosos actores que ha nacido en nuestro país, y luego de muchos años de dejarlo atrás regresó para participar en la exposición y el ciclo de películas que, en su honor, preparó el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC),
Este martes, en conferencia de prensa en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, el popular intérprete de western-spaghettis declaró sentirse muy contento por dicho homenaje y de estar en
Entre periodistas, actores, miembros del ICAIC y de la embajada italiana en
“Salí de Cuba porque tenía el sueño de ser un actor de Hollywood. Llevaba solo el dinero del pasaje en mi bolsillo, la vida allá debía buscármela yo mismo”, confesó el recientemente homenajeado con el premio Marco Aurelio en el IX Festival Internacional de Cine de Roma.
Asimismo, Milián expresó que, en su opinión, el director de un filme es intelecto y el actor es sentimiento, “por tanto, ese sentimiento que llevo dentro, que siempre tiene ganas de salir, es lo que me inspira para actuar”.
Tepepa (1969), del director Giulio Petroni, fue el filme seleccionado para inaugurar el ciclo de películas, cuya exhibición tuvo lugar este mismo martes en el cine Chaplin.
Otras películas del ciclo, el cual se extenderá hasta el 30 de este mes, son La agonía y el éxtasis (1965), El halcón y la presa (1966) y Si estás vivo, dispara (1967).