Discurso de bienvenida a cineastas e invitados

¡Comienza hoy el CUARENTA Y CUATRO Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano!

Una vez más, La Habana es la casa del cine de América Latina, de sus mejores películas, de las que son expresión de la infinita riqueza y diversidad de nuestras identidades, de nuestros rostros, historias y culturas.
Agradecemos a los artistas, creadores, productores y distribuidores que nos acompañan en el 44 Festival.

Este año concursan por los Premios Coral  NOVENTA películas, TREINTA carteles, TREINTA guiones y SIETE obras en post producción. Sumadas todas sus secciones, en las pantallas del Festival se mostrarán cerca de DOSCIENTAS obras, la mayoría latinoamericanas, aunque también de otras regiones del mundo.

Agradecemos al ICAIC, el Ministerio de Cultura, al Partido y al Gobierno de Cuba que, en medio de complejas limitaciones, han respaldado la realización del Festival con aportes decisivos. Este encuentro sigue siendo la realización de un gran sueño latinoamericano, más allá de cualquier contexto. En Cuba sabemos que tenemos que invertir en nuestras utopías tanto como en nuestras urgencias.

En esta ocasión, el Festival termina el 17 de diciembre. Esta fecha guarda una profunda carga cultural y espiritual para los cubanos, pues es el día en que muchos muestran su devoción a San Lázaro, Babalú Ayé para la religión afrocubana. Es la fecha de celebrar la resurrección y la sanación, expresadas en el sincretismo de las religiones y culturas que nos definen.

Sanación, diversidad y resurrección permanentes, son conceptos que se corresponden con el espíritu de este Festival y sus participantes. En un mundo marcado por guerras, profundas injusticias y desigualdades, el cine permite una y otra vez, la resurrección de las causas justas que se resisten a la muerte y la barbarie.

En este momento es imposible la indiferencia ante la desgarradora situación que se vive en la Franja de Gaza. Todas las cámaras del mundo no alcanzarían para contar el horror. Nada justifica el asesinato de inocentes, nada justifica la limpieza étnica de toda una nación. El pueblo palestino tiene el derecho a vivir en paz.
El gran escritor cubano Luis Rogelio Nogueras se preguntaba, al caminar por las infames galerías de Auschwitz, cómo olvidaron tan pronto el vaho del infierno. Nuestro Festival sigue siendo el festival que hable de lo hermoso y de lo urgente, de lo humano y lo justo, de lo que emancipa el pensamiento y la sensibilidad, de lo que enfrenta a las máscaras enajenantes de la globalización cultural.

Celebremos juntos la vida, la belleza, la diversidad, la inclusión y la justicia, y nuestro derecho a defenderlas a través de esa singularidad excepcional que es el cine.

Abrazo de bienvenida a los cineastas de América Latina y del mundo.

Abrazo de bienvenida a los espectadores que colmarán nuestras salas.

Declaro inaugurado el 44 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.