Costa-Gavras

Costa-Gavras: “El cine es un espectáculo”

Lun, 05/04/2015

Sin dudas, contar con la presencia del importante cineasta franco-griego Costa-Gavras en este Festival de Cine Francés de La Habana es un privilegio para todos los realizadores, críticos, estudiosos y amantes del séptimo arte.

El director de Z (1969), Estado de sitio (1973), Desaparecido (1982) y La caja de música (1990) ofreció este lunes una clase magistral en la sala Glauber Rocha de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, a la cual asistieron, además, el fundador y organizador del Festival, Christophe Barratier; y el cineasta y Presidente de Unifrance Films, Jean Paul Salomé.

A manera de diálogo conformado en su mayoría por preguntas y respuestas entre  el público y Costa-Gavras, respectivamente, se desarrolló la clase de casi hora y media que tuvo al cine, la política y la sociedad como ejes principales de debate.

“La manera de hacer un filme, en cuanto a estética, depende de la historia que se cuente. Cada una demanda un estilo diferente. Pero también dicho estilo va a estar relacionado con la visión que tiene el director del cine, de cómo lo siente. Para mí es un espectáculo, uno que trasmite mensajes a la sociedad y crea sentimientos”.

Así respondió el galardonado realizador ante el comentario de un estudiante de la EICTV sobre la visualidad cambiante que atesoran los filmes de Costa-Gavras, quien resumió su respuesta con un “no hay estilo permanente”.

Sobre su admiración por el séptimo arte cubano –post 1959- también fue interrogado el cineasta, que apuntó haberse interesado por el mismo desde su nacimiento.

“Me sorprendió que en un país pequeño y de recursos limitados se hiciera un cine de tanta calidad”, confesó el director de El capital (2012) -película presentada en este Festival-, el cual habló con placer de su amistad con Alfredo Guevara y Gabriel García Márquez, y su respeto por la obra de la EICTV.  

Respecto al trabajo con los actores, el cineasta aseguró tener siempre con los mismos una relación basada en la ayuda y alejada del autoritarismo, pues “ellos son los principales colaboradores de un director y los encargados de llevar la historia hasta los espectadores. Están al servicio de la misma, y eso hay que valorarlo”, concluyó.

La necesidad de una Ley de Cine en Cuba, la actual situación socio-política de Grecia, la manera en que conoció a Salvador Allende y el trabajo en la Cinemateca de Francia, la cual preside, fueron otros de los temas abordados durante el conversatorio por Costa-Gavras, quien se empeñó en hablar en idioma “cubano”, para que así fluyera mejor la comunicación.

Ojalá no sea esta la última clase magistral que el cineasta franco-griego ofrezca en nuestro país. Esperemos con buen ánimo se repita, pues siempre será saludable para los realizadores y amantes del séptimo arte cubano aprender de las experiencias de alguien que ha dedicado parte de su vida a hacer buen cine.