NOTICIA
Contribuir a la formación de los espectadores
Desde que surgió el ICAIC en 1959 la institución se orientó hacia dos direcciones esenciales: producir un cine auténticamente cubano y contribuir a la formación de un nuevo tipo de espectador. Así, con un séptimo arte diferente ―más variado y de calidad― y otro tipo de público capaz de asimilarlo, se avanza.
La realidad actual es muy distinta, pues hoy día no se puede hablar solo de cine, hay que referirse al audiovisual en un sentido más abarcador. Asimismo, la televisión cubana ha ampliado sus canales, la circulación formal e informal de audiovisuales (películas, series, novelas, etc.) ha crecido muchísimo y para ello internet ha servido como vehículo y plataforma.
No obstante, en esta nueva complejidad siguen vigentes los objetivos fundacionales del ICAIC. De hecho, en la actualidad la envergadura de tales retos es tan grande que el Instituto ha establecido sinergias con otras entidades para lograrlos.
Muestra de ello, un taller para capacitar a profesores instructores de arte de La Habana sobre el desarrollo de la educación audiovisual, el cual inició este lunes 7 de junio y sesionará hasta el venidero jueves 8 de julio en el capitalino cine Charles Chaplin. El mismo fue organizado a partir de una alianza entre el Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC) y el ICAIC y contará con 10 encuentros durante cinco semanas (dos por cada una).
A su vez, dicho taller se complementará con 10 emisiones de un programa dirigido principalmente a instructores de arte, que se transmitirá en la televisión cubana durante los meses estivales y llevará como título Aprender aprendiendo.
“Nuestra asociación con el CNCC pretende ofrecer, en la red de casas de cultura de Cuba, talleres de apreciación cinematográfica, fomentar cine clubes e incorporar al séptimo arte a sus actividades formativas y recreativas”, explicó el director de la revista Cine Cubano, Roberto Smith de Castro, a cargo del taller.
Smith apuntó, además, que durante las distintas sesiones se conversará sobre cine, se verán películas y se debatirá acerca de las mismas, es decir, que se entrenará la capacidad de valoración audiovisual de los profesionales.
“Esta vez solo 20 personas recibirán las clases producto de la actual situación epidemiológica del país y atendiendo a los fines que perseguimos con nuestro taller, el cual quiere —por encima de todo— compartir las enseñanzas de creadores y críticos cinematográficos”, agregó.
Sin embargo, en una fase posterior se repetirá la experiencia (si sale bien este diagnóstico) y se multiplicará a lo largo y ancho de toda la Isla, donde quiera que existan casas de cultura e instructores de arte.
Por su parte, la vicepresidenta nacional del CNCC, Ariadna Padrón García, agradeció al Ministerio de Educación Superior y a la Brigada José Martí por apoyar este taller que incluye acciones destinadas a incrementar el dominio del lenguaje audiovisual de profesores instructores de arte que trabajan y viven en las comunidades.
“Tal iniciativa abundará en los códigos que permiten, de una manera interactiva, llegar a niños, adolescentes y jóvenes, o sea, a los más familiarizados con las nuevas tecnologías de la comunicación y la información”, dijo.
Igualmente puntualizó que la selección de quienes reciben el curso de apreciación cinematográfica se realizó de acuerdo con las competencias e intereses de los participantespara posibilitar un mejor desmontaje de los procesos audiovisuales contemporáneos.
Entre las temáticas que se abordarán en el taller en cuestión, y en Aprender aprendiendo, tenemos el cine a nivel global, la creación cinematográfica, el séptimo arte cubano de antes del triunfo revolucionario y el filmado después, incluidas las nuevas producciones audiovisuales independientes, entre otras.
Todas ellas brindarán herramientas que permitirán responder la interrogante de cómo hacer cine desde una casa de cultura. “Por ahí va la intención de este taller que constituye un paso sencillo, pero firme, entre el CNCC y el ICAIC”, concluyó la joven instructora de arte.