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Cine Yara: lugar para confluencias entre el cine y otras artes
A todo lo largo de la Fiesta Por El Cine Cubano, que festeja los 65 años del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), será el cine Yara, siempre a las siete de la tarde-noche, el espacio elegido para celebrar la confluencia entre el cine y otras artes. A partir de presentar filmes clave en la historia del cine cubano, en una relación que enumeramos a continuación, además se invita a uno o varios creadores a disertar, o más bien a demostrar en la práctica, los excelentes resultados provenientes de vincular al llamado séptimo arte con otras manifestaciones regularmente más antiguas.
Cada presentación de esta sección llamada El cine y las artes incluye un espectáculo audiovisual al que se unirán grupos de danza, musicales y de teatro, en sintonía con el tema de la cinta que sea proyectada. El jueves 21 ocurrió la gala inaugural de este espacio de confluencias con la entrega de reconocimientos y distinciones, escoltadas además por la presentación de Cancionero cubano, un musical concebido a la manera de la revista o desfile de estrellas que incluye algunas de las principales figuras musicales de los años 30’ del pasado siglo en Cuba, y además es la única película en la que participó el universal músico cubano Ernesto Lecuona.
El sábado 23, se proyecta otro de esos filmes cubanos antiguos, que muy pocos recuerdan, pero su revisión puede aportar nuevos puntos de vista sobre nuestra historia audiovisual. Se trata de El embrujo del fandango, dirigido por Jean Angelo en 1939. Este día el Yara cuenta con la presencia del Ballet Español de Cuba.
El día siguiente, se regresa a dejar en claro la relación entre música y cine con la exhibición del documental Hay un grupo que dice…, dentro del homenaje al Grupo de Experimentación Sonora del Icaic, bajo la dirección del maestro Leo Brouwer, e integrado por talentos como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Sara González, Noel Nicola, Sergio Vitier, Leonardo Acosta, Emiliano Salvador, Eduardo Ramos y Pablo Menéndez, entre otros. El documental hace toda la historia, y además nos pone al idea sobre las opiniones de algunos de ellos.
El lunes 25 continúa El cine y las artes con la presentación de un clásico de la documentalística cubana, particularmente de aquella que pone en evidencia su inclinación musical: Nosotros, la música, de Rogelio Paris, que mezcla, en cuanto al aspecto cinematográfico, los recursos del free-cinema y de la revista musical, mientras que ofrece un panorama rico y variado de la música, el canto y los bailes cubanos. Además se cuenta ese día con la actuación del Septeto Habanero.
Y si es un clásico indiscutible Nosotros la música, también lo es, sin lugar a dudas, Historia de un ballet, de José Massip, que se presenta el martes 26 y lleva como invitados al Conjunto Folclórico Nacional. Ningún grupo artístico es más adecuado que este, puesto que Historia de un ballet recoge la filmación del ballet Suite Yoruba a partir del montaje del coreógrafo Ramiro Guerra y los bailarines del Teatro Nacional que montan un wemilere.
El miércoles 27 hay una óptica similar al día anterior con la presentación del documental Súlkary, de Melchor Casals, junto a un espectáculo con Danza contemporánea de Cuba, y una clase abierta de Miguel Iglesias. Súlkary es una pieza magistral de danza eternizada por el cineasta. En términos de danza significó la cristalización de una escuela, de un estilo: el de la Danza Moderna Cubana que tuvo en el maestro Ramiro Guerra a su padre fundador. El ICAIC estuvo al tanto de registrar tal alumbramiento.
Un filme también de archivo, pero además indispensable para comprender la historia del cine cubano anterior al ICAIC es La Virgen de la Caridad, de Ramón Peón, que es una de las obras fundacionales de nuestra cultura audiovisual. Este día habrá también un espectáculo con el pianista Huberal Herrera en vivo, tal vez como recordatorio de la época en que las películas mudas eran acompañadas por un pianista, obligado a musicalizarla sobre la marcha.
La subvalorada Papeles secundarios, de Orlando Rojas, dará motivo, el viernes 29, al cineasta y director de escena Eduardo Eimil para colocar en el punto de mira la siempre polémica, y casi siempre valiosa relación entre el teatro y el cine. Papeles secundarios trata, precisamente, sobre un grupo teatral cubano que prepara un nuevo montaje de Requiem por Yarini, del dramaturgo cubano Carlos Felipe.
El sábado 30 concluye este espacio de la Fiesta Por el Cine Cubano con un concierto titulado José María Vitier: la música y el Cine, que cuenta con la actuación de varios músicos invitados, y con el repaso de algunas melodías creadas por este compositor y pianista para películas tan insignes como El siglo de las luces y Fresa y chocolate.