NOTICIA

Aniversario 66 el ICAIC: con el sello de las restauraciones
Con la noticia del inicio del rodaje de la coproducción ruso-mexicano-cubana Teófilo, dirigida por Alejandro Gil, en torno a uno de los más grandes deportistas que ha dado Cuba, dio comienzo la rueda de prensa donde Alexis Triana, presidente del ICAIC, informó sobre los principales acontecimientos que acompañarán la celebración del aniversario 66 del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Antes de comenzar a detallar las principales característica de lo que será el Encuentro Internacional de Cine Restaurado, a celebrarse del 24 al 30 de este mes, se dieron a conocer algunas de las conquistas recientes del cine cubano en eventos como el Screen Cuba, en el Reino Unido, y el Festival de Málaga, en España. En el primero de los mencionados se exhibieron exitosamente un buen número de filmes cubanos, clásicos y contemporáneos, como los documentales sesenteros de Sara Gómez y Retrato de Teresa, de Pastor Vega, junto con El mundo de Nelsito, de Fernando Pérez; Una noche con los Rolling Stones, de Patricia Ramos; Conducta, de Ernesto Daranas, o La gente del documental, de Inti Herrera.
En la sección Industria del Festival de Málaga, se dieron los primeros pasos para establecer una coproducción con Honduras que materialice la realización de Tengo una hija en Harvard, escrita y dirigida por Arturo Sotto, y laureada con el premio al mejor guion en la más reciente edición del Festival de La Habana. La historia creada por Sotto sirvió de base a una obra teatral titulada Oficio de Isla, dirigida por Osvaldo Doimeadiós.
Por otra parte, la celebración por el aniversario 66 del ICAIC tiene como eje principal el Encuentro Internacional de Cine Restaurado, con una programación de filmes a exhibirse, como ya se dijo, del 24 al 30, con entrada completamente gratuita, en los cines Charles Chaplin, 23 y 12, Yara y Acapulco, además de un evento teórico en la sala Héctor García Mesa, con especialistas de varios países que discursarán sobre temas como las técnicas de la restauración y sus prácticas, o el rescate de filmes clásicos de carácter patrimonial. Las sesiones ocurrirán todos los días del evento, de martes a domingo, a las 9:30 am.
La muy amplia programación en los cines mencionados se inaugura hoy mismo con la proyección en el Charles Chaplin de una flamante copia de El acorazado Potemkin, cuyo centenario se celebra este año. Hay por lo menos otro clásico indiscutible del cine soviético: Chapaev (1934) dirigida por los hermanos Georgi y Sergei Vasilyev, quienes se cuentan entre los fundadores del realismo socialista cinematográfico. De la antigua URSS procede también una muestra de filmes de animación de Boris Dyozhkin, entre los cuales se cuenta El elefante y la hormiga (1948) y El león y la liebre (1940).
Todas las otras películas que integran el poderoso ciclo de cine restaurado corresponden a Cuba y otras naciones latinoamericanas. Se trata de películas con un muy alto valor patrimonial, clásicos que han recuperado su luz gracias a cuidadosos procesos de rehabilitación. De Argentina, podrán verse títulos que no se exhiben hace bastante tiempo como el clásico Prisioneros de la tierra (1939) de Mario Soffici, y la más reciente Bolivia (2001) de Israel Adrián Caetano, mientras que la otra gran cinematografía latinoamericana del periodo clásico, la de México, está representada por dos películas de Luis Alcoriza que marcaron sus respectivas épocas: Tiburoneros (1963) y Mecánica nacional (1971).
Del cine chileno estará presente la fundacional El húsar de la muerte (1925) de Pedro Sienna, y esa pieza imprescindible en la poética del Nuevo Cine Latinoamericano que es El chacal de Nahueltoro (1969) de Miguel Littin. En representación de Colombia están el documental En busca de María (1985) de Luis Ospina; Cada voz lleva su angustia (1965) de Julio Bracho, y la coproducción con Cuba Tiempo de morir (1985) de Jorge Alí Triana, con un espectacular desempeño del cubano Reynaldo Miravalles.
También podrán ser revisitados algunos clásicos del cine ecuatoriano y peruano, muy poco conocidos en Cuba, como La Tigra (1990) de Camilo Luzuriaga, y La muralla verde (1970) de Armando Robles Godoy. A lo más destacado del cine ecuatoriano pertenece también Ratas, ratones, rateros (1999) de Sebastián Cordero.
Por otra parte, la participación cubana será la protagonista el día 30 con un verdadero maratón de lo mejor que se ha producido en Cuba, y que contempla, por supuesto, las dos joyas de la corona: Memorias del subdesarrollo, Tomás Gutiérrez Alea, y Lucía, de Humberto Solás, ambas fechadas en 1968. Se les suman otras películas del más importante de los realizadores cubanos, Gutiérrez Alea, como La muerte de un burócrata (1966), Una pelea cubana contra los demonios (1971), La última cena (1976) y Los sobrevivientes (1978).
A las arriba mencionadas se suman clásicos más recientes o de otros realizadores como De cierta manera (1974) de Sara Gómez y La vida es silbar (1998) de Fernando Pérez, y también habrá una representación de dos piezas imprescindibles de la documentalística cubana: Now! (1965) de Santiago Álvarez, y Giselle (1964) de Enrique Pineda Barnet. Del cine cubano más antiguo, figura Cancionero cubano (1939) de Jaime Salvador.
Entre las propuestas más distinguidas de este ciclo se encuentran los cortos de animación cubanos restaurados por convenio entre la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, el ICAIC y la Cinemateca de Cuba. Están fechados en 1974, pues la saga del insurrecto mambí se encontraba en sus primicias; se trata de Una aventura de Elpidio Valdés y Elpidio Valdés contra el tren militar, ambos de de Juan Padrón, y que se exhiben junto con la reposición de ¡Vampiros en La Habana!
Precisamente Vampiros en La Habana! es uno de los títulos a la espera de ser restaurados, gracias a las recaudaciones del cine cubano en eventos como el antes mencionado Screen Cuba, y a través de convenidos y alianzas internacionales. Porque la restauración de nuestro patrimonio fílmico es parte de la lucha contra la obsolescencia programada que afecta a las copias de todas las películas, grandes y pequeñas, en todos los soportes, y en todos los países.